Soberbio despliegue de canto español

El núcleo principal del concierto era el estreno europeo de 'Pascua Florida' compuesta por Miquel Ortega sobre los poemas escritos por la escritora riojana María de la O Lejárraga para su amigo Manuel de Falla en un célebre viaje a Granada con el compositor, de los que finalmente, al romperse posteriormente la amistad, Falla sólo había compuesto 'Pan de Ronda'. Anna Tonna ha sido impulsora en años recientes de que esas impresiones poéticas tomaran vida musical de la mano de Miquel Ortega y el resultado ha sido verdaderamente espléndido, creando un valioso ciclo de canciones de hondo carácter español.

Inició el concierto el pianista Mac McClure poniendo ambiente a ese viaje a Granada con dos obras alusivas de Albéniz, en una versión algo desigual de 'Granada' y una bastante mejor de 'El Albaicín', para pasar directamente a las ocho canciones de la colección 'Pascua Florida', que la cantante Anna Tonna expuso con soltura, valentía y preciosa expresión, luciendo una voz plena de poderío en el centro, belleza de timbre, con emisión segura, sólido apoyo en los graves y autoridad en los difíciles agudos que afloran en alguna de las canciones. Preciosamente cantadas 'Descanso en San Nicolás', 'Tinieblas en el convento' o 'Nana del amor perdido', derroche de duende de canción española en 'Yo sabía un cantar moro' o 'Cádiz se ha echado a navegar' y brillante cierre final con 'Mañana de abril'.

Pero el concierto tenía además un marcado carácter reivindicativo de valiosas mujeres escritoras y compositoras de la misma época que tuvieron que padecer el desdén o menosprecio de una sociedad de fuerte talante machista (no olvidemos que María Lejárraga siempre firmó sus obras con el nombre de su marido Gregorio Martínez Sierra), así que el concierto continuaba con los tres 'Ayes' de la gran compositora María Rodrigo con textos de María Lejárraga y las 'Tres nanas' de Matilde Salvador con textos de la poeta uruguaya Juana de Ibarbourou, en deliciosa interpretación de Anna Tonna y un excelente acompañamiento de McClure.

Seguía el contundente 'Corazón de mujer' de Joaquín Turina y se cerraba el recital con seis canciones de Falla donde ambos intérpretes –norteamericanos, recuerdo– lucieron su excepcional adaptación al auténtico estilo de la canción española, con garbo, con gracia y ese 'deje' tan peculiar de nuestra música popular. Asombrosa esa 'Séguidille' con letra de Théophile Gautier, con ese gracioso estribillo: '¡Alza! ¡Olà! Voilà la véritable Manola'. A los intensos aplausos del público correspondieron con un bis: 'Punto de habanera' de las cinco canciones negras de Xavier Montsalvatge. ¡Un gran recital digno de importantes escenarios!