Logroño suspende licencias para instalaciones de producción de renovables
La capital entiende que no tiene una norma que le sirva para responder a las numerosas demandas de este tipo de actividades
De momento, van más de una treintena de peticiones de información para iniciativas que afectarán a más de 300 hectáreas. Y Logroño entiende que no tiene una norma específica con la que afrontar esta demanda. Por ello, el pleno de mañana abordará la suspensión temporal -un año- del otorgamiento de licencias para instalaciones industriales de producción de energía a partir de fuentes renovables.
El asunto se ha abordado en la Junta de Gobierno de este miércoles. El Gobierno local propondrá mañana al pleno de la Corporación redactar una modificación puntual del Plan General con la que ordenar la implantación de este tipo de instalaciones industriales de producción energética que van más allá del autoconsumo.
El concejal de Urbanismo, Javier Martínez, ha explicado que se trata de un ámbito que carece de regulación específica y que, con la actual situación tanto municipal como autonómica, sin que aún se haya aprobado una directriz de suelo no urbanizable o una ley que contemple una ordenación paisajística o unos espacios agrarios de interés, quedan sin delimitar o limitar las posibles ubicaciones de estos nuevos proyectos de producción de energía eólica o fotovoltaica.
Los tres objetivos que buscará la modificación de normativa municipal serán fomentar estas instalaciones en los suelos que se consideren adecuados, regular su implantación en el resto de suelo urbanizable y no urbanizable y estudiar y definir las zonas del municipio que deben preservarse por sus valores paisajísticos, agrícolas o forestales, entre otros.
La ciudad carece de regulación específica frente a la avalancha de iniciativas interesadas recibida en los últimos meses
La suspensión de licencias que se propone afecta a las instalaciones de producción de energía, pero también a las líneas de evacuación , que incluyen la red de transporte o de distribución y, en su caso, transformación de energía eléctrica.
No incluye, sin embargo, a las instalaciones de autoconsumo que den servicio a actividades existentes toleradas por el planeamiento aunque cuenten con red de vertido a la red de los excedentes.
La suspensión de licencias se propone para el suelo no urbanizable en su totalidad, para el urbanizable no delimitado en todas las áreas y para el urbanizable delimitado que se encuentra sin desarrollar.
La más conocida
De entre las distintas iniciativas que han puesto el ojo en Logroño las que más han trascendido han sido las de dos plantas, que son una en la práctica porque comparten parte de su instalación (tanto un punto de conexión como la línea de evacuación), en casi 13 hectáreas de terreno situadas al suroeste del término municipal, cercanas a La Grajera. Y se han conocido más porque hace unas semanas sus expedientes estaban en trámite de información pública.
El 18 de agosto de 2023 el BOR anunciaba oficialmente la solicitud de autorización administrativa previa y de construcción y de evaluación de impacto ambiental ordinaria de una instalación bautizada como «Sol de Pradoviejo». El 12 de septiembre hacía lo propio con la misma solicitud, a la que añadía la declaración de utilidad pública, de la bautizada como «Sol de La Barranca», que vendría a completarla. «Sol de Pradoviejo» ocuparía 6,34 hectáreas y contaría con una inversión superior a los 3,8 millones, y «Sol de La Barranca» ocuparía igual superficie en terrenos anexos con más de 3,7 millones de presupuesto. Ambas tienen una potencia total de generación de unos 5 MWp (megavatios pico).
