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La Guardia Civil se incauta de 18.000 dosis de speed y dos kilos de marihuana antes del Holika
Dos operaciones del cuerpo en Calahorra acaban con siete detenidos y drogas requisadas por valor de 200.000 euros
La fiesta, con drogas, es menos fiesta. Si alguien no lo tiene claro, la Guardia Civil se ha encargado de recordarlo con un doble golpe al narcotráfico en La Rioja Baja que se ha presentado este martes pocas horas antes del inicio del festival Holika de Calahorra, la cita musical más multitudinaria del verano riojano, que comienza este miércoles y se cerrará en la madrugada del domingo.
Más de 18.000 dosis de speed y dos kilos de marihuana son el 'botín' de las fuerzas de seguridad, que además han desmantelado un peligroso grupo criminal formado por tres componentes (todos en prisión) y un clan familiar (cuatro detenidos que se encuentran en libertad con cargos) dedicados, cada uno por su parte, a la venta de estupefacientes en Calahorra. Los detenidos (tres mujeres y cuatro hombres) tienen entre 19 y 59 años y todos residían en Calahorra. Los delitos que les imputan (en distinto grado) van desde pertenencia a grupo criminal, delitos contra la salud pública, tenencia ilícita de armas y hasta defraudación del fluido eléctrico (para cultivar la droga). El valor de la droga incautada ronda los 200.000 euros (186.000 euros el speed y casi 12.000 euros la marihuana).
'Operación Karttikeya'
La primera operación, denominada 'Karttikeya', comenzó a finales de 2022, pero se aceleró en las últimas semanas cuando los agentes tuvieron la constancia de que el grupo había comprado un notable cantidad de 'speed' y sustancias de corte para adulterar la droga y revenderla durante el festival Holika.
El día 22 de junio se lanzó el operativo, que se saldó con la incautación de 4.500 gramos de speed y 64 kilos de sustancias adulterantes (unas 18.000 dosis para vender a los festivaleros), además de 20.000 euros se encontraron en los registros que se desarrollaron en dos viviendas, tres trasteros y un local próximo a los Juzgados de Calahorra, donde se manipulaba la droga. La bajera, según ha explicado Miguel Ángel Sáez, estaba «completamente blindada y vigilada» por lo que «el grupo se sentía impune».
Pero el trabajo «contra reloj de más de cincuenta agentes» ha logrado desarticular a este grupo criminal y detener (y encarcelar) a sus tres miembros antes de que la droga saliese al mercado.
El grupo operaba en La Rioja Baja y la Ribera de Navarra e introducía 'speed' en la zona para venta a drogodependientes y operaba con fuertes medidas de seguridad (cámaras, bolas pincharruedas para provocar pinchazos en caso de persecución...) y contaba con numerosas armas detonadoras (similares a las reales), munición y una ballesta para intimidar, entre otros objetos peligrosos.
'Operación Garza'
Mientras, en la bautizada como 'Operación Garza', el objetivo se puso en un conocido clan familiar de Calahorra y los registros del 21 de junio se ciñeron a inmuebles de las calles Raón y Carretero del centro histórico de la ciudad. En septiembre pasado ya se había dado un golpe al mismo clan en Calahorra y en enero de 2023 comenzó de nuevo a constatarse la presencia de compradores en la zona. En este caso, consumidores de marihuana y 'speed'.
La Guardia Civil, a través de un dron, logró detectar la presencia de una zona en la trasera de una casa donde, bajo una carpa, se cultivaba marihuana. «Se podían lograr hasta cuatro cosechas al año», ha explicado Sáez, que ha destacado la incautación de casi dos kilos de marihuana listos para consumir. Esta operación también resultó complicada porque el clan tenía 'aguadores' que recibían como premio pequeñas dosis de droga por avisar de la presencia de agentes.
El clan no solo recibía a los compradores, sino que también servía a domicilio o, incluso, algunos de sus miembros se desplazaba a locales de ocio nocturno para, aprovechando el tumulto, vender el hachís y la marihuana a clientes en su mayoría «muy jóvenes», según ha recalcado el portavoz de la Benemérita. En el operativo, entre labores de vigilancia y el golpe final, han trabajado unos cincuenta uniformados pertenecientes a la USECID, agentes del Servicio Cinológico, patrullas de seguridad ciudadana y agentes de la Policía Local calagurritana.
Según ha explicado la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, acompañada por el teniente coronel Miguel Ángel Aguirre, se trata de «dos operaciones muy importantes» que «constatan el gran trabajo de la Guardia Civil y de las fuerzas de seguridad, como la Policía Local de Calahorra». Además, ha asegurado que el festival Holika se desarrollará con «total seguridad» e hizo un llamamiento para disfrutar de manera sana.
Estas operaciones no cierran el trabajo de los agentes de cara al festival, sino que el control policial se mantendrá durante el Holika, para luchar contra el menudeo de drogas, pero también para evitar peleas y mantener el orden en una cita que espera a más de 80.000 asistentes en sus cuatro jornadas. Más de 700 agentes participarán en las distintas labores de seguridad.
Ua arsenal 'falso', pero que daba el pego
Además de la enorme cantidad de droga, la Guardia Civil ha destacado la peligrosidad del grupo criminal desarticulado en la 'Operación Karttikeya', que contaba con un arsenal de armas detonadoras, pero muy similares a las reales y que, incluso, podían manipularse para sustituir las balas de fogueo por reales. En total la Guardia Civil se ha incautado de cuatro pistolas, tres revólveres y un subfusil, además de dos cargadores de Cetme, un centenar de cartuchos de diferentes calibres, machetes, una ballesta, un arco y hasta un inhibidor de frecuencias.