El peso industrial impulsa a La Rioja Baja, que deja atrás a las cabeceras de la Alta

Entre los mil municipios con mayor renta media de España solo figuran Alfaro, Calahorra y localidades del área de Logroño

Pío García

Logroño

Domingo, 12 de octubre 2025, 07:59

Las estadísticas no siempre son fiables, pero hay datos que empiezan a acumularse como una lluvia fina hasta que descubren una realidad a la que ... quizá aún no se le había prestado suficiente atención. Según las cifras hechas públicos esta semana por la Agencia Tributaria, solo hay siete municipios riojanos entre las mil localidades españolas con mayor renta media bruta. Aunque el cinturón metropolitano de Logroño copa la lista (además de la capital figuran Lardero, Fuenmayor, Villamediana y Navarrete), dos ciudades de La Rioja Baja se cuelan en el elenco: Alfaro, con 29.165 euros, ocupa el puesto número 757 y Calahorra, con 27.412 euros, se encarama al lugar número 990. Y eso sin contar con los vecinos navarros y vascos, que tienen sus propios sistemas fiscales y no figuran en esta estadística. La Agencia Tributaria solo ofrece datos de los municipios mayores de mil habitantes, un requisito censal que en La Rioja, comunidad autónoma pequeña pero muy atomizada, únicamente cumplen treinta núcleos de población.

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Más que las cifras concretas del año 2023 –último contabilizado–, los informes del Ministerio de Hacienda descubren una tendencia. En los diez últimos años, todas las cabeceras de Rioja Alta han perdido peso y todas las de Rioja Baja han ganado terreno. En la clasificación riojana por renta media bruta, son especialmente sonoras las caídas de Haro (del puesto quinto al noveno), Santo Domingo (del décimo al decimoséptimo) y Nájera (del decimocuarto al decimonoveno). Ebro abajo, la evolución ha sido la opuesta. Aunque Calahorra apenas sufre variación y solo gana un puesto, son más notables las subidas de renta experimentadas por Alfaro, que sube tres puestos y entra en el pelotón de cabeza, y por Arnedo, que mejora cinco lugares. Mención aparte exige el caso de Cervera del Río Alhama, una cabecera de comarca, dividida además en varios núcleos de población muy distantes entre sí, que atraviesa desde hace décadas un devastador invierno demográfico y que hoy apenas supera los 2.200 habitantes.

La evolución de la población es otro índice que ayuda a explicar la vitalidad de los municipios. En un escenario de escasa natalidad, el crecimiento viene en buena medida determinado por el aporte de la población emigrante y estos se tienden a agrupar en aquellas localidades donde encuentran mayores oportunidades de trabajo. En la última década, tanto Calahorra como Arnedo y Alfaro han experimentado crecimientos en sus padrones. Y lo mismo sucede en pueblos como Rincón de Soto, que ha rebasado el límite de los 4.000 habitantes, o Autol, que ha aumentado su censo en 500 personas hasta situarse en la frontera de los 5.000. Sin embargo, entre las cabeceras de La Rioja Alta, solo Haro presenta una evolución demográfica ligeramente favorable, con 400 nuevos vecinos. Tanto Nájera como Santo Domingo han visto disminuir su población.

«Creo que sobre todo se debe al espíritu emprendedor. En La Rioja Baja sigue habiéndolo y en la Alta se ha ido perdiendo», resume el decano del Colegio de Economistas, Ernesto Gómez Tarragona. Los problemas que atraviesa el mercado del vino han afectado con especial virulencia a las comarcas riojalteñas: «Influye mucho, eso es evidente. Si en una zona hay un cultivo intensivo en algo, en este caso vino, y ese algo de pronto se cae, todo eso arrastra la economía. Y si el día de la mañana vuelve a ir para arriba, la economía subirá como la espuma».

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Aunque los polígonos que circundan Logroño son los que atraen más empresas, hay más industria en La Rioja Baja que en la Alta. Están allí instalados algunos gigantes, como la conservera Cidacos, con sede en Autol, y las firmas del calzado, aunque el sector atraviesa una crisis, resisten en Arnedo. Kraft Heinz Company ha invertido en los últimos tres años más de 70 millones en ampliar su planta de procesado en La Llanada, en Alfaro. «Ni en Nájera ni en Santo Domingo ni siquiera en Haro encontramos polígonos industriales comparables», apunta Gómez Tarragona. En el caso de Arnedo, la lucha contra la economía sumergida también ha podido contribuir a incrementar la renta media bruta, ya que los datos corresponden a la Agencia Tributaria a través del IRPF.

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En cualquier caso, los datos oficiales confirman las sensaciones. De las 25.548 empresas domiciliadas en la región en el año 2024, la mayor parte se ubica en el centro (el área metropolitana de Logroño), pero las afincadas en Rioja Baja (5.832) superan a las radicadas en Rioja Alta (4.626). Y si nos centramos en las industriales, las comarcas riojabajeñas reúnen 711, casi 300 más de las que se agrupan en torno a Haro, Nájera y Santo Domingo.

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