Concentración de médicos a las puertas del San Pedro. Juan Marín

El «hartazgo» de los médicos riojanos: «Exigimos dignidad»

Los facultativos de la región solicitan la negociación de un estatuto propio en su segunda huelga en algo menos de cuatro meses

Iñaki García

Logroño

Viernes, 3 de octubre 2025, 13:23

Hartazgo. Esa es la palabra que ha utilizado Miren Romero, vicepresidenta del Sindicato Médico de La Rioja, para definir la situación en la que ... se encuentran los miembros de ese colectivo, tanto en la región como en el conjunto del país. Un sentimiento que les ha llevado este viernes a convocar su segunda huelga en algo menos de cuatro meses con el objetivo de poder negocionar un estatuto propio que reconozca su «singularidad, formación y responsabilidad».

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La Confederación Española de Sindicatos Médicos convocó esta jornada de reivindicaciones en todo en país y en Logroño incluyó una concentración en la entrada del hospital San Pedro, a la que acudieron unos doscientos facultativos. En ella se entonaron lemas como 'Somos médicos de verdad, exigimos dignidad', 'Hora trabajada, hora computada' o 'No somos esclavos, somos médicos' y se mostraron pancartas con mensajes como 'Sin condiciones dignas no hay asistencia', 'Los aplausos cotizan lo mismo que las guardias. ¡Nada!' y 'Defender nuestros derechos es un acto de responsabilidad'.

Como representante de los médicos concentrados, Romero tomó la palabra para indicar que esta sensación de desamparo se remonta al año 2003. «Cuando se instauró el nuevo estatuto marco», apuntó la vicepresidenta del Sindicato Médico de La Rioja antes de asegurar que con la ministra actual tenían expectativas positivas, que no se han alcanzado. «Con la publicación de los diferentes borradores, y sin negociación, nos han dejado otra vez en el aire», lamentó.

Para que sus peticiones se tengan en cuenta, los facultativos exigen como medida principal que se establezcan mesas de negociación específicas con el fin de que sus reclamaciones no se diluyan con las de otros profesionales. De igual manera, reclaman una jornada máxima de 35 horas semanales. «Como el resto de trabajadores del sistema sanitario», señalaron los facultativos justo antes de añadir otra demanda. Que se reconozcan como horas extraordinarias aquellas que se realizan por encima de las que corresponden a una jornada semanal. «Las horas de guardia son obligatorias, pero no computan para la jubilación, aunque sí nos aplican el IRPF», ejemplificó Romero.

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También piden que se les garantice el descanso, una clasificación profesional adecuada y una retribución justa, además del reconocimiento de penosidad, riesgo y peligrosidad.

TVR

«Apagón»

Romero aprovechó la cita para mostrar su malestar por la decisión de hacer la integración clínica entre el hospital San Pedro y el de Calahorra el mismo día de la huelga. «Va a haber un apagón de dos horas y pico en las que no vamos a poder acceder a los historiales de los pacientes; eso puede causar una demora en la atención, y no la huelga», recalcó. «Han decidido que sea hoy (por este viernes) porque, al parecer desconocían nuestra convocatoria», remató.

En cuanto al seguimiento, las cifras distan mucho entre las que ofrecen los convocantes y las que da el Servicio Riojano de Salud. «Creemos que hemos estado en torno a un 75%», se congratuló la portavoz de los primeros para certificar después que en algunos servicios se había alcanzado el 100%. El Seris, por su parte, rebajó esos datos para fijar en 204 los facultativos que habían secundado el parón por la mañana de los 1.342 que formaban parte de ese turno. Es decir, según sus cifras, el seguimiento fue del 15,2%, casi cuatro puntos más que en junio.

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Desde el Seris se señaló, además, que por la tarde solo dos de los 132 profesionales de guardia se adherieron a la iniciativa y que no hubo actividad quirúrgica en toda la jornada, excepto las urgencias. «Todas las consultas que se han tenido que suspender se van a programar con normalidad», se concluyó.

Romero, por último, lamentó que desde esa primera cita no se hayan producido avances y pidió «paciencia» a los ciudadanos. «Lo hacemos por ellos, no solo por nosotros», remarcó antes de incidir en otra de las metas que quieren alcanzar: la conciliación de la vida profesional y la personal. «Pero las agendas que tenemos son brutales», se quejó para concluir después con la consecuencia de estas condiciones: «Nuestros compañeros se van al extranjero».

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