Los embalses inician el año con unas reservas por encima de lo habitual
Los pantanos se encuentran al 67% de su capacidad después de un 2023 en el que estuvieron hasta octubre en valores bajos
La situación de los embalses riojanos poco tiene que ver con la de hace unos meses. Actualmente, González Lacasa, Pajares y Mansilla suman un 67% de sus reservas con 90,9 hectómetros cúbicos acumulados, volumen por encima de la media de los comienzos de año en este siglo. En un 2023 que transitó prácticamente desde su comienzo en valores bajos, en algunos casos con sequía acusada, el otoño repuntó para permitir encarar el año nuevo con mayor optimismo.
El pasado año fue uno de los más atípicos de la serie histórica. La tendencia es evidente en La Rioja, con un ascenso hasta el pico primaveral y una pérdida acusada de reservas hasta noviembre, cuando vuelven a iniciar la senda de la recuperación. La media del lustro 2018-22 establece el máximo en el 92% de capacidad ocupada a mediados de mayo, y el mínimo, a finales de octubre (34%). Además, en cada año desde inicio de siglo se ha superado en algún momento el centenar de hectómetros cúbicos embalsados, solamente existen dos excepciones: 2002 y 2023.
En el pasado año, el déficit de precipitaciones fue acusado en primavera, precisamente la estación caracterizada por llenar los acuíferos, situación que dejó las reservas siempre por debajo de la media. Pese a que las lluvias de junio evitaron que la sequía fuese a mayores, la cuenca del Iregua permaneció hasta septiembre en situación de emergencia y los embalses, en su conjunto, cayeron progresivamente hasta el mínimo de 42,1 hectómetros cúbicos el 19 de octubre. Acusaron especialmente esta problemática en Pajares (23,3% de capacidad) y González Lacasa (22,1%), que durante el verano recibió a miles de visitantes con la orilla alejada de la tradicional zona de esparcimiento.
Desde entonces las reservas riojanas se empezaron a disparar, duplicando en menos de dos meses, el agua alojada en los tres embalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro. No solamente se superó de forma rápida la media histórica a final de año, sino que la capacidad actual permite afrontar 2024 con optimismo de no repetir un año hidrográficamente escaso.
El 1 de enero, los pantanos riojanos sumaban 87,6 hectómetros cúbicos, veinte más que la media del siglo para esa fecha, si bien no es algo extraordinario, ya que otros siete años empezaron con mayores reservas, destacando los 113,3 de 2003. El más reciente, 2019 con 94,6 hectómetros cúbicos. Pero actualmente las reservas hídricas siguen creciendo, en una tendencia que, de atender a las experiencias precedentes, seguirá en aumento hasta la primavera. Los últimos datos ofrecidos por la CHE destacan que los embalses riojanos están al 67% de su capacidad total con 90,9 hectómetros cúbicos:Mansilla está al 84,1%(56,9), Pajares, al 40,4% (14,2) y González Lacasa, al 59,8%(19,6).