Dunviro se alía con Teresianas

«Es interesante participar en algo que tiene como ingredientes la educación, la innovación y el emprendimiento», explicaba Rubio. «Queremos que puedan contar con nosotros para todo lo que necesiten, tanto ayuda técnica en sus trabajos como en soporte de ideas; estamos con ellos para cualquier cosa que puedan necesitar», comentaba, tanto al profesor que guía a los chavales en cada uno de sus proyectos, Francisco Jiménez, como a la directora del centro educativo, María Victoria López.

Para los responsables del colegio, el concurso es otra forma de ver la educación en las aulas. «Es una manera de hacer mucho más tangible todo lo que pueden aprender en clase». «Además», añade Francisco Jiménez, «es muy motivador para los alumnos porque se trata de innovar con sus propias ideas». Y es que en este colegio calagurritano siempre apuestan por este tipo de actividades para los chavales. «La innovación educativa es clave en nuestro centro y este tipo de actividades tienen mucho que ver con la nueva forma de impartir las clases con las competencias y los valores que queremos poner a disposición de nuestros alumnos», subraya la directora del centro.

Y aunque los proyectos aún no están consolidados, algunos de los grupos de estudiantes ya pueden adelantar varias ideas que tienen en mente para esta nueva edición del concurso. Por ejemplo, una de ellas, que tiene mucho que ver con el mundo del vino: un proyecto den máquinas expendedoras de vinos de Rioja. Ahora, equipos los participantes tendrán que empezar a ver las necesidades que tiene su proyecto, los inconvenientes y las virtudes, buscar información sobre los permisos necesarios o los requisitos imprescindibles. Sólo queda emprender.