Ibercaja remplazará las sucursales de 27 municipios por su primera oficina móvil

En un momento en el que el medio rural demanda un aumento de servicios como vía para hacer frente a su imparable proceso de despoblación, hay noticias que no por esperadas se encajan mejor. «Nosotros también somos víctimas de la despoblación», asegura Jesús Les, director territorial de Ibercaja en La Rioja, entidad que ha tomado la decisión de sustituir las oficinas físicas de 27 municipios por el modelo de banca móvil. «Seguimos apostando por los pueblos, tenemos un sólido compromiso con ellos y nos adaptamos», defiende.

Cuando, como empresas privadas que son, las entidades financieras pusieron sobre la mesa los resultados obtenidos en sus sucursales más pequeñas, muchas optaron por cerrarlas o, en el mejor de los casos, reemplazarlas por otras móviles: autobuses o furgonetas reconvertidas en oficinas que periódicamente visitan las localidades más pequeñas para atender a sus clientes.

Ese es el paso que desde mediados del próximo mes dará Ibercaja, cuando sacará a las carreteras riojanas un autobús con el que reemplazará la atención que hasta ahora desarrollaba en las sucursales de esos 27 municipios, todos con una población menor de 500 habitantes, con la excepción de Nalda (1.023 vecinos según el último dato del padrón).

Jesús Les, en todo caso, asegura que, a efectos prácticos, se mejorará la atención en dichos núcleos de población. «En términos de negocio no tienen sentido estas oficinas, pero mantenemos este servicio social a través de una inversión de 300.000 euros para poner en marcha la oficina móvil, que es la primera de Ibercaja en todo el país». Así, a expensas de que la entidad trace las rutas concretas que recorrerá el autobús (en el que, aseguran, se podrán realizar las mismas operaciones que hasta la fecha y contará con cajero automático), «el número total de horas de atención a los clientes aumentará en todas esas localidades», defiende Les tras explicar que las oficinas que cerrarán sus puertas para ser reemplazadas por el autobús ya tenían horarios limitados «por la dispersión geográfica». En el caso de la única cabecera de comarca afectada, Torrecilla en Cameros, en la actualidad la oficina de Ibercaja abre tres días a la semana, dos de ellos con horario reducido. En Nalda, por su parte, se mantendrá el cajero automático que opera en la actualidad.

El cierre de oficinas y su sustitución por la banca móvil ya ha sido comunicado tanto al Ejecutivo regional como a los alcaldes afectados que, dice el responsable de la entidad en La Rioja, «han comprendido» la decisión. «La mayor parte de los alcaldes se lo han tomando bien aunque alguno sí que nos ha dicho que es una pena. La alternativa era el cierre. Esto no es ningún cierre, es una buena noticia para La Rioja», defiende Les. En cuanto a la afección del cambio de modelo a los puestos de trabajo, desde Ibercaja sostienen que no implicará despido alguno toda vez que los empleados que se trasladaban a las sucursales que ahora cerrarán sus puertas se mantendrán en la oficina comarcal de la que dependían.