El Rioverde Clavijo da un paso atrás en Valladolid
El conjunto blanquiazul cae en un partido en el que solo estuvo a la altura en el primer parcial
Esperaba el Rioverde Clavijo con ilusión el partido ante el Real Valladolid después de la buena imagen dada ante el líder la semana anterior. Pero ... el conjunto blanquiazul dio un paso atrás sobre lo ofrecido ante el Leyma Coruña. Cayó ante un equipo de 'play off' por 86-72, algo asumible, pero solo estuvo a la altura del rival en el primer cuarto. Repitió esos minutos malos en el segundo parcial que permiten al adversario abrir una ventaja demasiado grande como para poder darle la vuelta y que hacen casi innecesaria la segunda mitad. Así fue en el polideportivo Pisuerga. Vigésima derrota.
Optó Paco García por jugar con tres altos para cargar el juego interior y aprovechar la superioridad física bajo los aros. Lo hizo Nwogbo, que sumó ocho puntos en los primeros minutos, mientras Schmidt se fabricaba sus propios tiros. Por parte visitante, los hermanos Urtasun eran los principales productores, primero Txemi, después Álex. Y el primer cuarto se fue en un suspiro, con un juego bastante fluido por ambas partes, aunque ninguno de los dos atinaba desde el triple (ningún acierto en los ocho lanzamientos intentados entre los dos equipos, tres del Valladolid y cinco de los riojanos).
Los pucelanos se mantenían por delante sobre la cancha del Pisuerga aprovechando las segundas opciones y los centímetros de N'Guessan. Seis puntos de salida en el segundo parcial daba la primera renta importante al cuadro local (27-19).
Real Valladolid
Schmidt (14), Torres (7), Kasonga (2), Nwogbo (17) y Belemene (3) -cinco inicial -; Zigmantavicius (4), García-Abril, Puidet (6), N'Guessan (12), Kovacevic (11), De la Fuente (10) y Fernández.
86
-
72
Rioverde Clavijo
Moreno (7), Kolo (3), Knudsen, Txemi Urtasun (20) y Nicolau (8) -cinco inicial -; Peñarroya, Coffi (2)Arbosa (3), Álex Urtasun (17), Tamba (9) y De Pablo (3).
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Parciales 21-19, 50-35 (descanso); 66-48 y 86-72 (final).
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Árbitros Martín, Mas y Alejo. Eliminado Nicolau.
El parcial no dejó de crecer y en apenas cinco minutos se fue hasta los quince puntos (37-22, tras un preocupante 16-2). Mientras los locales ya habían encontrado la continuidad y el equilibrio entre su juego cerca de la canasta y el tino de los exteriores para marcharse fácilmente por encima de los cuarenta puntos, el Clavijo no elegía bien sus opciones ofensivas.
El agujero defensivo de los blanquiazules era evidente. Ya había advertido Jenaro Díaz que había cosas que mejorar con respecto a la buena actuación contra el Coruña y una de ellas era la defensa. El triple de Kovacevic para cerrar la primera mitad era buena muestra de ello. La estadística señalaba ocho pérdidas por ninguna recuperación. Un desequilibrio alarmante.
31 puntos recibió en este segundo parcial el desnortado conjunto logroñés. 50-35 y mucho por hacer si se quería darle vuelta al choque y volver de tierras vallisoletanas con un triunfo más que necesario.
El retorno de vestuarios no fue mejor. El Real Valladolid marcó la máxima (54-35). Los hermanos Urtasun no eran suficiente porque no encontraban apoyo anotador en sus compañeros. Entre los gemelos se repartían todo lo que sumaban los suyos y, pese a todo, permitió a los visitantes bajar la diferencia. Poco y por poco tiempo porque a este nivel la calidad de Álex y Txemi no es suficiente. Eso sí, daba la sensación de que Paco García se guardaba una marcha más que parecía no querer sacar si no era necesario. Y no lo era porque, pese a que no lució especialmente el cuadro pucelano, el ataque de los logroñeses recordaba tiempos pasados, a tiempos peores. Trece puntos en este parcial, todos ellos a cargo de los dos navarros.
En el último parcial recortaron los visitantes por ganas y por la relajación local ante una diferencia que rondaba la veintena con poco tiempo por delante. Pero nada cuestionó el triunfo de los pucelanos pese a la escasa tensión de unos minutos con todo decidido. Se llegó a colocar a diez el Clavijo (78-68), pero no quedaba ya margen para nada más. Además, para culminar un partido aciago, Jenaro Díaz fue descalificado por una doble técnica tras protestar un tiro libre que Tamba metió al intentar sacarlo. Partido sentenciado.
Lo bueno de esta LEBOro es que apenas da tiempo para lamentarse y que no deja espacio para venirse abajo. Se cierra una jornada y enseguida viene otra. Yla próxima del Clavijo es de extrema importancia para los intereses riojanos porque, si en esta ocasión el rival peleaba por objetivos totalmente opuestos a los blanquiazules, el próximo miércoles los de Jenaro Díaz ponen muchísimo en juego. El Rioverde recibe en el Palacio de los Deportes (20.30 horas) al Cáceres Patrimonio de la Humanidad, vicecolista liguero. Ya no queda otra que ganar.
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