La vecina problemática de Lardero acepta pagar 3.600 euros por incumplir el alejamiento
Las partes acuerdan dos multas de 1.800 euros por los dos primeros quebrantamientos de las medidas cautelares
La jueza de lo Penal 2 de Logroño condenó ayer a I. J. B., la problemática vecina de Lardero que residía en la casa que ... habitó Francisco Javier Almeida (asesino del niño Álex), al pago de dos multas de 1.800 euros por sendos quebrantamientos de las medidas cautelares dictadas contra ella. La ya exvecina del 3º B del 5 de la calle Río Linares de Lardero, de 48 años y con numerosos antecedentes, acumuló ocho denuncias por saltarse la orden de alejamiento que tenía con respecto a otra vecina, daños en la propiedad privada y atentado a la autoridad hasta que, el 10 de febrero, el Juzgado decretó su ingreso en prisión por un presunto delito de coacción después de que la Guardia Civil la detuviera por cuarta vez.
La acusada y ya condenada fue trasladada por la Policía Nacional desde la cárcel de Logroño, donde permanece de forma preventiva, hasta el Palacio de Justicia y allí asistió a las dos sesiones marcadas a última hora de la mañana, y a las que también fueron convocados tanto agentes de la Policía Local de Lardero y de la Guardia Civil de Villamediana como la vecina a la que coaccionó durante varios meses ocasionándole molestias y desperfectos materiales en su casa.
Ninguno de los juicios se celebró finalmente, porque los abogados de oficio llegaron a un acuerdo con el Ministerio Fiscal para conmutar la posible pena por una multa de 5 euros al día durante 12 meses, es decir, 1.800 euros cada una (en total, 3.600 euros), a pagar en mensualidades de 90 euros. La condenada aceptó las multas y en las dos sesiones, que transcurrieron de forma similar y en apenas unos minutos, tuvo dos preocupaciones: el modo de pago y su libertad. La jueza le había advertido de que, si se declaraba insolvente, se le podía exigir una responsabilidad personal subsidiaria en forma de trabajos en beneficio de la comunidad o en días de cárcel, e I. J. B. aseguró que sí podía pagar. De hecho, preguntó al secretario judicial cómo hacerlo incluso de forma anticipada. «Así me lo quito antes», dijo.
La condenada aseguró que sí podía pagar y, de hecho, preguntó cómo hacerlo incluso de forma anticipada
Estos han sido solo los dos primeros juicios señalados de muchos a los que se tiene que enfrentar I. J. B.
En cuanto a su presidio, algo en lo que insistió tanto a la jueza («¿Me va a dejar en libertad?») como a su segundo abogado («Me pregunta si va a salir en libertad de aquí»), la magistrada le aclaró que no estaba allí por ese motivo, sino como autora responsable de un quebrantamiento de medida cautelar. «Esa pregunta se la van a aclarar en el centro penitenciario, que veo que le preocupa», le indicó la jueza.
Y es que el Juzgado decretó prisión provisional a la espera de juicio contra I. J. B. Estos han sido solo los dos primeros de muchos a los que se tiene que enfrentar después de ser acusada de incendiar el felpudo e intentar sellar la puerta de una vecina, ensuciar zonas comunes con comida y excrementos, golpear puertas, destrozar cámaras de seguridad y atentar contra la autoridad.
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