Nuestra vuelta a los escenarios!» proclamaba exultante el director del grupo Nereydas, Javier Ulises Illán, en su excelente presentación del concierto y la misma alegría ... interior sentíamos la mayoría de los asistentes: ¡¡Nuestro primer concierto desde el confinamiento!!. No he podido seguir ni comentarles a ustedes, por una inoportuna inflamación en un pie, los conciertos al aire libre que iniciaban la andadura de esta 22 edición de la Semana de Música Antigua logroñesa, ni el concierto de órgano en La Redonda al que no tuve acceso por exceso de aforo, pero no ha podido tener mejor arranque la serie de cuatro conciertos en Riojafórum: una verdadera exquisitez.
'Siface' es una imaginaria ópera-pasticcio en la que, a través de fragmentos de óperas y oratorios de compositores coetáneos como Cavalli, Stradella, Agostini y otros, se ilustran las «aventuras de amor y sangre de una voz privilegiada», la del castrato Giovanni Grossi, llamado Siface, que fue seguramente el cantante más aclamado en Europa en las últimas décadas del siglo XVII, famoso por la belleza de su voz y su técnica de canto, así como por sus audacias amorosas que le llevaron a una terrible muerte violenta. Fue el más brillante antecesor de los famosos castrati del siglo XVIII: Farinelli, Senesino, Caffarelli o Carestini.
El concierto tuvo claro protagonista en el contratenor Filippo Mineccia, magnífico cantante con una espléndida voz de oscuro timbre contralto, facilidad en los agudos y poderosa proyección, posee un precioso gusto en su canto y una gran adaptación al estilo barroco. Supo deleitarse en las arias más íntimas y mostrar bravura en las agitadas, con facilidad para la coloratura. Nos emocionó en la propina 'Dormi', que dedicó como un sentido adiós a su profesor de canto recientemente fallecido en Italia. No tardará en incorporarse al selecto grupo de contratenores punteros de nueva generación como Jaroussky, Dumaux, Cencic, Fagioli, Orlinski, etcétera.
El grupo musical Nereydas, con apenas diez años de andadura, se ha situado en un lugar destacado de la interpretación barroca. En Logroño se presentaba con una formación superreducida de solo cinco instrumentos, dos violines, cello, tiorba/guitarra barroca y clavecín, que para un programa operístico es bastante corta (de hecho en el disco que editaron de esta obra intervienen más del doble). Tras un comienzo ligeramente desajustado, incluso de afinación, entraron rápidamente en calor y tuvieron un excelente nivel a lo largo del concierto, con un sonido precioso, ataques admirables y estilo historicista de muchos quilates.
Es difícil destacar un intérprete sobre los demás pues los cinco estuvieron soberbios. El violoncellista Guillermo Turina mostró autoridad y vitalidad en el bajo continuo junto con el excelente clavecinista Daniel Oyarzabal, que tuvo su momento solista en la despedida de Purcell, así como Manuel Minguillón magnífico a la guitarra y la tiorba. Los dos violinistas, Ricart Renart y Elvira Martínez, tuvieron la voz cantante en toda la obra con precioso sonido y energía interpretativa, luciendo brillante virtuosismo especialmente en el último número del programa.
Dejo para el final al alma mater de este bellísimo concierto, el director y fundador de Nereydas, Javier Ulises Illán, que dejó constancia de su categoría como músico integral, director admirable, musicólogo infatigable y hasta amenísimo presentador y divulgador musical. Personas como él hacen falta en el panorama decadente de la música clásica y estoy seguro que oiremos mucho sobre él en un próximo futuro. ¡Enhorabuena!
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