El tiempo juzgará y los lectores opinarán
Pedro J. González Alfaro
Sábado, 2 de agosto 2025, 21:47
Quisiera responder a la carta 'Convidadas de (cartón) piedra', un texto escrito con maestría, si nos atenemos a su forma. La duda surge cuando cualquier ... persona conocedora del asunto que presenta el escrito, lee este y encuentra dentro únicamente dos verdades: Cervera del río Alhama cuenta con unos gigantes que datan de 1903 y, lo más importante, se disfruta de una igualdad de género en la mayor parte de la sociedad del valle del Alhama. Haciendo una lectura minuciosa, tristeza producen la docena de descalificaciones recogidas en la carta y que, lejos de denostar a un colectivo con muchos años de historia, logran que quien las vierte quede retratado. Por todo ello y lamentándolo mucho, este escrito me sugiere un calificativo: posverdad. La Cofradía de Santa Ana es un estamento religioso, en el cual se pueden enrolar todas aquellas personas bautizadas que lo deseen y quieran honrar a la patrona de Cervera. Cuenta con estatutos propios, aprobados en elección democrática por una gran mayoría de sus miembros. Es una organización dispuesta a recibir la ayuda de quien desee colaborar u ofrecer opinión, siempre y cuando las aportaciones procedan desde el respeto y la crítica constructiva, nunca de la denigración. Dado que las gentes de Cervera rebosan hospitalidad y muchas de ellas forman parte de la cofradía y también de la Cofradía de San Gil, invito al autor a contactar con cualquier persona cerverana. Si desea acercarse a nuestra localidad, se le enseñarán, sin ningún compromiso, los seis gigantes de la comparsa de Santa Ana y que con mimo custodian personas de la cofradía. Por el mismo precio, podrá ver también los gigantes de San Gil porque, cualquier aficionado a estos personajes de cartón piedra sabe que tamañas figuras se disfrutan más si se contemplan in situ que a través de unas fotos. Estimado escribiente, acércate a nuestro pueblo y sus cofradías, conócelas y descubrirás cómo dentro de ellas las mujeres desempeñan tareas que van más allá del acondicionamiento de la parroquia, de la castidad o del beaterio.
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