Hipócritas

Dos noticias elevan aún más el bochorno de estas fechas. En la primera se ve a patriarcas cristianos en el interior de la iglesia de ... Gaza, bombardeada por Israel, mientras hacen votos para que se «suspendan las actividades militares durante su visita». Reconforta saber que las autoridades sionistas permiten observadores sólo cuando un edificio cristiano es atacado, mientras que si son centros educativos, médicos o religiosos de otras confesiones de la franja los que han sido arrasados, se limitan a aplaudir la machada del su ejército. Igualmente cínicas son las palabras de los prebostes cristianos, que rezan para que las actividades militares (así llaman a un genocidio) se suspendan tan sólo durante la visita. Es tranquilizador que durante la misma no corran el riesgo de ver salpicadas sus sotanas por sangre palestina. La segunda tiene que ver con los niños y niñas saharauis que van a pasar el verano en Logroño. Enternecedor ver a los gobernantes municipales, y las declaraciones de una niña que lo que más desea es ver la tele y el mar. A nuestras autoridades locales, regionales y nacionales habría que recordarles que la patria de estos niños y niñas tiene más de 1.000 kilómetros de costa, y que sólo la ocupación ilegal de una dictadura marroquí con la que España hace grandes negocios les impide verla, obligándoles desde hace 50 años a penar en un rincón del desierto argelino.