Animaladas
El tamaño sí importaAunque pertenecen a la misma especie, un perro pequeño de 2 kilos y uno grande de 70 son «mundos diferentes; totalmente distintos», afirma el veterinario Carlos Bustillo
El tamaño sí importa. Claro que importa. Al menos en animales de compañía como los perros. No es lo mismo el gran danés Zeus (Inglaterra), ... de 90 kilos y un metro de altura, catalogado por el récord Guinness como el perro más grande del mundo, que Milly, un chihuahua de Puerto Rico que en 2014 fue señalado como el más pequeño del planeta con apenas 300 gramos y 10 centímetros. Aunque los más habituales son los medianos y pequeños, ya que generalmente los grandes son perros de guarda.
«Son dos mundos diferentes, solo pertenecen a la misma especie pero son animales totalmente distintos. Aunque el organismo es el mismo, las patologías y necesidades son diferentes», explica Carlos Bustillo, de la clínica Bustillo Veterinarios de Logroño. Por ejemplo, un perro de 2 kilos con 10 meses ya es maduro sexualmente y su socialización se produce antes, mientras que uno de 70 kilos debe esperar a los 2 años para finalizar su crecimiento. Incluso los animales pequeños son más longevos, normalmente viven hasta los 15 años, mientras que la media de los grandes son los 13.
«Los pequeños suelen tener problemas de dentición, de sarro, y cardíacos, mientras que el gran problema de los grandes son las torsiones de estómago y la artrosis, las articulaciones, por lo que deben tener una vida muy activa para desarrollar musculatura», advierte Carlos Bustillo. Incluso se nota en la conducta. «Los animales pequeños son más nerviosos, defensores, mientras que en los grandes es necesario su control por las mordeduras que puedan generar», advierte Bustillo. También son distintas las necesidades nutricionales, de atención y de paseo activo. «Los perros de razas pequeñas son más afectivos y territoriales, mientras que los grandes son más estables y equilibrados», subraya el veterinario.
Por ejemplo, Yoli es una chihuahua de 3 años que pesa 2,2 kilos que habitualmente coincide en sus paseos por Villamediana de Iregua con Thor, un boerboel de 68,5 kilos y 2 años. Pilar López es dueña de Yoli, hija de otro perro de la familia, Carmelo (14 años). «Como no tiene ningún tipo de problema de salud, en la comida es adaptable, aunque tiene sus gustos, como las personas. Un paquete de 1,5 kilos de comida le puede durar más de un mes, le llenamos el cuenco y ella misma se administra», detalla Pilar, que contabiliza de gasto alimentario unos 10 euros mensuales. En cuanto a los paseos, la dueña asegura que su pequeña perra es muy inquieta y cotilla, así que «cuanto más se cansa, más tranquila está en casa, aunque jugamos mucho con ella», cuenta Pilar, en cuya familia siempre habían tenido perros grandes (dóberman, pastor alemán, de aguas...). «Creo que tanto grandes como pequeños requieren el mismo cuidado, la misma atención. Los perros necesitan cariño y paseo», opina Pilar, si bien reconoce que a Carmelo y Yoli los llevan a todas partes.
«Un perro que impone»
Lucía Antoñanzas, en cambio, es dueña de Thor, aunque también tiene un pastor belga. «Un amigo tuvo una camada de boerboel y no pudimos resistirnos al verlo de cachorro», recuerda Lucía. «No es que sea excesivamente glotón, duerme más que come. Le damos como 1 kilo de comida al día. Y como su mayor afición es dormir, no da guerra en todo el día. Lo solemos sacar por el monte, donde disfruta, corre un montón y juega con su hermano. Como es muy asustadizo, en la ciudad no es fácil ir con él, en el monte es donde más disfruta», describe Lucía, quien calcula que gastan unos 50 euros al mes en alimentación para su mascota.
Eso sí, reconoce que, mientras que antes viajaba mucho y acudía a campings, con Thor su vida ha cambiado. «Al final, entre que a él no le gustan mucho esos entornos y a la gente no le gusta mucho Thor, porque es un perro que impone, es complicado ir a ciertos sitios con él», admite Lucía. «Aunque está catalogado como perro peligroso, es muy bueno. En Sudáfrica esta raza cuida jaulas de leones pero con nosotros es supermimoso», destaca Lucía. Y es que los boerboel pueden alcanzar los 75 centímetros de altura y hasta 90 kilos de peso.
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