Y el Oscar es para... Mareo
Desde la línea de fondo ·
El director de cine José Luis Garci llevó al Sporting a la alfombra roja de Hollywood. La galardonada 'Volver a empezar' recoge la historia de ... un exjugador del Sporting que vuelve a Gijón en sus últimos días. Las referencias al club asturiano y a El Molinón son constantes en la primera película española que obtuvo una estatuilla e incluso se recogen imágenes de un Sporting-Atlético de Madrid, los dos clubes del alma del cineasta.
Si este sábado el septuagenario cineasta se sentó ante el televisor, además de aburrirse durante buena parte del encuentro, quizá deseó que -como ocurrió- la trama diera un giro inesperado para cambiar el desenlace esperado.
El guion escrito el sábado en El Molinón apuntaba a un cero a cero justo, porque pese al dominio asturiano durante algunos minutos y su ocasional balón al palo, ninguno de los dos contendientes había hecho muchos méritos para interrumpir la siesta del encargado del marcador ni elevar el pulso de cualquiera de los dos guardametas.
Los equipos encararon el encuentro prácticamente con lo mismo del año pasado. La UDL porque parece esperar a que los vientos para fichar sean más favorables y que, al menos, su nuevo ariete Leo, pueda estrenar su nueva elástica.
El Sporting, entretanto, espera salidas para poder pensar en entradas y mira con añoranza los tiempos gloriosos en los que peleaba hasta el final, por los títulos de Liga y Copa (solo llegó a subcampeón). Para soportar la nostalgia se aferra a la cantera. Esa que se inicia sobre la arena de la playa de San Lorenzo, y luego se pule en la Escuela de Mareo. Un centro que fue posible merced a los 50 millones que el Athletic pagó en 1976 por el traspaso de Churruca y que ayer era el origen de la mitad de la alineación local, por ello, aunque como actores secundarios, los canteranos astures merecieron un Oscar por aguantar el peso del partido. No será ni el primero ni el último.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión