Tres años y tres meses de cárcel por intentar abusar de la cuidadora de su madre en Rincón de Soto
La Audiencia Provincial de La Rioja le exige también el pago de una indemnización de 5.000 euros por el daño moral
La Audiencia Provincial de La Rioja, que aplica la atenuante leve de embriaguez, ha condenado a tres años y tres meses de cárcel al hombre ... acusado de intentar agredir sexualmente a la mujer que cuidaba de su madre. Le exige, además, que indemnice a la víctima en 180 euros por las lesiones y en 5.000 euros por el daño moral, y no se aproxime a menos de 500 metros de ella en ocho años.
Los hechos por los que ha sido condenado se remontan al 4 de agosto de 2023. Sobre las 00.30 horas de ese día regresó a su domicilio en Rincón de Soto en el que convivía con su madre, con su hija menor de edad y con la víctima. Las tres mujeres compartían la misma habitación. En la otra estancia del piso, residía un hombre que vivía de alquiler
En ese momento, el procesado se dirigió a la habitación en la que entonces se encontraban la víctima y la hija, la madre no estaba ese día en la vivienda. Entró en la habitación y guiado con la intención de mantener relaciones sexuales con la mujer le dijo que le acompañara al salón. Ella se negó porque no quería tener sexo con él. En un momento la agarró de la mano e intentó arrastrarla hasta el salón, pero no lo consiguió por la resistencia de ella.
Como consecuencia de la discusión, la menor se despertó. Su padre le dijo que se fuera al salón para quedarse en la habitación con la víctima. En ese instante comenzó a darle empujones y golpearla contra la pared. La tiró sobre la cama, se colocó sobre ella, la agarro del brazo e intentó quitarle la ropa «con la intención de mantener relaciones sexuales con ella», detalla la sentencia.
En un momento, el ya condenado salió del dormitorio y se dirigió a la cocina, cogió un cuchillo, regresó y se lo colocó a la víctima en el costado mientras le decía que «si no se acostaba con él le rajaba la tripa». Los gritos y el estruendo provocaron que el inquilino abriera la puerta de la habitación y observara los hechos. Alarmado avisó a la Guardia Civil y salió del domicilio.
Las patrullas de la Guardia Civil acudieron al lugar y se dirigieron hasta la casa que les indicaban los vecinos y desde la que se oían voces. La puerta de acceso estaba entreabierta, el cristal roto y el procesado se encontraba en el pasillo mientras que la víctima y la menor se abrazaban y lloraban en la habitación. El acusado, al ver a los agentes, intentó, utilizando a su hija, ocultar un cuchillo que llevaba en la mano en el carrito de bebé que había al lado.
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