Detenida una mujer de 72 años por robar 4.000 euros de una chaqueta colgada en un bar de Logroño
La mujer aprovechó que el dinero se encontraba en una cazadora colgada en una silla para realizar la sustracción
La Rioja
Logroño
Martes, 23 de abril 2024
La Policía Nacional ha detenido a una mujer de 72 años, de nacionalidad española y vecina de Logroño, por su presunta participación en la sustracción de 4.000 euros, correspondientes a la recaudación de un negocio, mientras se encontraba en una cafetería en pleno centro de Logroño
Los hechos ocurrieron alrededor de las 11.00 horas del pasado viernes, cuando la víctima se encontraba en una cafetería, en pleno centro de Logroño y dejó en una silla su cazadora, en la que llevaba la recaudación de su negocio. Al cabo de unos minutos, fue al ponerse la cazadora cuando se percató de que ya no estaba el dinero que llevaba en uno de los bolsillos, unos 4.000 euros.
La víctima denunció la sustracción en la Jefatura Superior de Policía de La Rioja y, tras las pesquisas llevadas a cabo, se logró identificar a la autora del robo, una mujer que es clienta habitual del local y que en el momento de los hechos se encontraba muy cerca del abrigo, por lo que se las ingenió para meter la mano en el bolsillo y llevarse el dinero.
Recomendaciones para evitar ser víctima de sustracciones
- Para evitar ser víctima de los carteristas el mejor consejo es estar siempre pendiente de tus pertenencias y vigilarlas en todo momento. También se recomienda no quedarse quieto mucho tiempo en zonas con aglomeraciones e intentar no acercarse a nadie en exceso, ni chocarse con nadie.
- Otro de los consejos que se da en estas ocasiones es no llevar todos los objetos de valor en el mismo sitio y no llevar la cartera o el móvil en los bolsillos exteriores.
- Hay que tener especial cuidado en las zonas con mucha gente, las zonas de riesgo, y vigilar las pertenencias y asegurarse de que las mochilas y bolsos están bien cerrados.
El carterismo es uno de los tipos de hurto más comunes y que suelen producirse en lugares con mucho tránsito de personas. Estos ladrones cuentan con una amplia variedad de técnicas para sustraer las pertenencias de sus víctimas sin que estas se den cuenta. Algunas de las técnicas que utilizan son las siguientes:
La muleta: con este método varias personas rodean a la víctima en un espacio transitado como un bus o vagón de metro. Los carteristas ocultan sus manos con objetos como chaquetas o bolsos para evitar ser vistos por otros pasajeros mientras cometen el hurto.
Tirones: consiste precisamente en arrancar su bolso o mochila a la víctima de un tirón mientras pasa a gran velocidad (en moto, corriendo o en bicicleta) a su lado.
El papel: los ladrones seleccionan a víctimas sentadas en terrazas o locales que tengan el móvil u otro objeto de valor encima de la mesa. Se acercan a ellas y colocan un mapa o algún otro objeto encima, tapando el móvil, para preguntar indicaciones. Durante la conversación y aprovechando que la víctima está distraída, sustraen el objeto.
Mochilas en el suelo o cazadoras colgadas: los carteristas aprovechan que las víctimas dejan sus mochilas o bolsos un momento en el suelo o que cuelgan sus cazadoras, especialmente cuando se encuentran dentro de tiendas u otros locales. Y luego, se valen de la distracción para llevarse sus pertenencias.
El tapón: otra de las técnicas más usadas por los carteristas es crear una distracción para robar los objetos de valor de su víctima. En estos casos, los carteristas rodean a la víctima en espacios como las escaleras mecánicas y uno de ellos finge que se le ha caído algo, cortando el paso y provocando una colisión y que la persona quede atrapada entre al menos dos ladrones, que aprovechan para sustraer objetos como la cartera o el móvil.
La mancha: los ladrones manchan la ropa de la víctima, para avisarla posteriormente de que se ha manchado y ofrecerse a limpiarla. Aprovechan la distracción para que la víctima pierda de vista parte de sus pertenencias y usan ese momento para robarla.
Los bolsillos: consiste en rajar los bolsillos de los pantalones o chaquetas de sus víctimas y robarles así el teléfono o la cartera. Esta técnica es usada habitualmente de noche en potenciales víctimas que se quedan dormidas en los vagones de metro o los autobuses. El ladrón se sienta al lado de la víctima y procede a abrir un agujero en su bolsillo con un cúter o una navaja mientras intenta no despertar a la víctima en el proceso.
