Roberto Casal | Director de Educación de Serunión

«Reconocemos el error y queremos pedir disculpas por el primer incidente»

– ¿Es consciente del malestar de los padres ya no solo en La Rioja sino también en País Vasco?

– Los acontecimientos han llevado a una cierta crispación en la opinión pública y estamos preocupados en cambiar la sensación transmitida tras el primer incidente, por el cual reconocemos el error porque se dio una solución y no fue la adecuada. Estamos trabajando en mejorar los controles y aprender de lo que no hacemos bien. Queremos pedir disculpas en general porque tenemos que prestar un servicio en línea con lo que debe ser pero también es cierto que hacemos un volumen muy importante de comidas y alguna incidencia o accidente puede ocurrir. La cocina que tenemos está certificada por Aenor con lanorma ISO 9001, hemos recibido casi nueve inspecciones de Sanidad y no tenemos ni siquiera una salvedad. Somos conscientes de la situación y queremos dar nuestra versión, pidiendo disculpas por el primer incidente.

– Ha habido más incidentes, de hecho, la preocupación es por la sucesión de ellos, como la aparición de trozos de plástico en pescado, salchichas crudas, gorgojos en alubias... ¿Cómo es posible a pesar de los controles?

– El incidente de verdad, por el que pedimos disculpas y tenemos una sanción, como está establecido en el pliego, fue el primero [larvas], porque el resto son menores, no han afectado a la salud de los comensales porque no fueron servidos en el plato final. Y el caso de las alubias ni siquiera lo consideramos un incidente porque el producto se revisó y se retiró, no fue consumido.

– Pero lo detectaron las cocineras del Gobierno de La Rioja, no personal de Serunión... ¿Si no llegan a estar ellas qué ocurre?

– El personal de las cocinas no es de Serunión pero trabaja para nosotros, reciben la misma formación que nuestro personal. Trabajan con la materia prima y la formación que les damos.

– Y el sueldo se lo abona el Gobierno de La Rioja...

– Eso no tiene nada que ver. Comprobar que la materia prima es correcta forma parte de su responsabilidad, no solo cocinar.

– En el comunicado que emitieron a los padres del CEIP San Felices de Haro afirmaban que «el clima de desconfianza no está justificado». ¿Si a sus hijos les sirvieran los platos citados no cree que estaría justificada la desconfianza?

– Es que ni es gorgojo ni se sirvió el plato. El laboratorio, externo a nosotros, comprobó que, simplemente, es un germinado, y fue retirado, ni siquiera fue elaborado. No llegó a la mesa. La analítica lo dice claramente, no era un gusano sino un germinado.

– Diario LA RIOJA tuvo acceso a imágenes de las alubias y parecían insectos lo que había en las alubias. ¿Eso es un germinado?

– En la analítica de laboratorio se puede comprobar que es así.

– ¿Cree saludable ese plato?

– No llegó a ser servido. Y aquello no eran gorgojos sino germinados. Se retiró por precaución.

– ¿Y lo considera propio de un servicio por el que se pagan 3,7 millones de euros al año?

– Durante un proceso de producción puede haber un error humano, pero mientras el primer caso sí fue un incidente, este no porque hay un sistema de control que detectó que había un producto que podía tener gorgojos, por lo que decidimos sustituir el plato. Para mí ha funcionado el control.

– ¿Usted llevaría ahora a sus hijos a un comedor de Serunión?

– Mis hijos ya han comido en comedores de Serunión. Detrás de cada plato, en las cocinas centrales, hay personas, trabajadores con familia comiendo en los comedores. Más garantía que esa es difícil de certificar. La analítica certifica que ni eran gusanos ni era nocivo.

– Si no es nocivo, ¿usted se comería esas alubias?

– No fueron servidas, no es un debate. El germinado es una parte vegetal de la alubia, se podrían haber comido perfectamente aunque está claro que visualmente hay que retirar. No es una alubia presentable a la hora de comer.

– No llega a los comensales pero forma parte de un servicio público por el que hay que ser especialmente exigente, ¿no cree?

– Tanto la Consejería como nosotros somos muy exigentes con lo que hacemos, por eso, ante la duda, retiramos las alubias para analizarlas. Actuamos de manera rápida, retiramos el plato y los niños comieron otro alternativo.

– Esos controles han fallado otras veces y pueden volver a fallar, ¿no?

– Cada caso tiene un sentido diferente. El pescado viene embalado individualmente, por una cuestión de calidad, con un plástico de uso alimentario. En un despiste en cocina central de alguien, por el volumen que se trabaja, es posible que ese plástico haya aparecido a una bandeja de filetes de merluza que tampoco llegó a ser servida. Creo que no es comparable.

– Si a usted, en un restaurante, le sirven pescado con plástico pediría que se lo retirasen, ¿o no?

– Pero es que no se sirvió el plato, Si el plástico aparece en la cocina del restaurante yo no lo vería.

– ¿Y si lo supiera a posteriori, qué opinión le merecería?

– Es un plástico pequeño de uso alimentario, no es nocivo. Es una incidencia que reconocemos y pedimos disculpas, pero no atenta a la salud de nadie. Somos una empresa de personas y alguien se puede equivocar.

– Personas también son a quienes van dirigidos esos platos, y, en concreto, menores de edad...

– Hay que entender que hay una segunda revisión en los centros, que es donde se detectó.

– El malestar de los padres es tal que ya no solo piden que se cancele el contrato con Serunión sino que no se vuelvan a presentar a la licitación. ¿Piensan volver presentarse al concurso?

– Tenemos una prórroga hasta el 31 de marzo. Es aventurado decirlo, depende del pliego, aunque, como cualquier empresa, tenemos derecho a presentarnos a un concurso público.

– Incluso se ha creado una Plataforma de Afectados por Serunión. ¿Qué opinión le merece?

– Respetamos la opinión de todo el mundo e intentamos escuchar a todas las personas. Hay gente que tiene mejor o peor sensación del servicio, pero también hay mucha que nos apoya. Tenemos un equipo profesional, pero cada uno tiene su opinión. Entiendo la preocupación.

– ¿Quiénes les apoyan?

– Hay colegios que nos felicitan, pero no tenemos por qué decirlo. No es general, no nos ponemos una venda en los ojos.