Un nuevo entorno seguro para las personas con autismo

Hasta 300 comercios de toda la comunidad han rediseñado sus escaparates: ahora cuentan con un pequeño pictograma que indica que en ese establecimiento se ofrece ayuda a quienes tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA). El proyecto, impulsado por el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de La Rioja, ha conseguido llevar a cabo la iniciativa junto con los miembros de la asociación Arpa Autismo y la Federación de Empresas La Rioja (FER) con el fin de lograr una mejor inclusión no solo de las personas con autismo, sino también de otros colectivos como las personas con discapacidad intelectual, las de edad avanzada o con desconocimiento del idioma.

En la puerta de los distintos comercios colaboradores ya se puede encontrar un pictograma describiendo la labor de ese negocio, que es una señal de que el local cuenta con un tablero de comunicación con dibujos de los distintos productos a través del que poder comunicarse. «A partir de ahora, una persona con TEA va a saber que es un comercio amigable y que la gente ahí dentro está sensibilizada con su trastorno», explica Andrea Gutiérrrez, coordinadora del proyecto. Rafa Elicegui, psicólogo de Arpa, afirma que «todos estos apoyos visuales les hacen comprender mejor el mundo y la sociedad», ya que el principal obstáculo de quienes sufren este trastorno es su desarrollo en los entornos sociales.

Ahora, con el tablero, este colectivo será capaz de hacerse entender, debido a que las personas con TEA se comunican «señalando en su entorno diario», aclara Gutiérrrez. De esta manera, «los colectivos tienen acceso al comercio con facilidad y sencillez», añade Fernando Cortezón, presidente de la FER. «Estamos seguros que esta herramienta se puede extender», concluye Cortezón.

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