Una multitud bajo el sol en una playa, en la que muchos turistas, no obstante, se protegen bajo sombrillas. EFE

La incidencia del melanoma sigue al alza en La Rioja, con 49 nuevos pacientes en 2024

La teledermatología y otras mejoras elevan la cifra de diagnósticos del cáncer de piel más agresivo, en muchos casos evitable con fotoprotección

Viernes, 8 de agosto 2025, 07:31

Vitamina D, serotonina, melatonina, alegría, vida... Pero también riesgos. Son las bondades del sol, pero también la factura cuando se anteponen las modas del bronceado ... al sentido común y a la responsabilidad. Siempre, pero más ahora en la estación estival, cuando los índices de radiación ultravioleta se disparan.

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Los registros estadísticos no han dejado de crecer desde que en 2015 la OMS lanzó su primera gran alerta severa tras contabilizar más de 13 millones de casos de cáncer de piel en el planeta. En España, con más de 20.000 casos anuales, casi 6.000 de ellos melanomas malignos, según las estimaciones del Observatorio del Cáncer de la AECC, la incidencia rondaba los 9,2 casos de melanoma por cada 100.000 habitantes, una tasa que superaba ligeramente La Rioja, con 10,3; entre 25 y 35 nuevos pacientes anuales.

«Va aumentando todos los años un 1%, que parece poco, pero supone bastante en la última década, aunque también en ese periodo han mejorado mucho los diagnósticos tempranos y, a la vez, ha descendido bastante su mortalidad gracias al uso de la inmunoterapia desde 2011», explicaba hace justo un año en estas misma páginas el doctor Íñigo Martínez de Espronceda, jefe de Dermatología del Hospital San Pedro.

Sin alarmismos, pero las últimas estadísticas parecen darle la razón. La incidencia prosigue su escalada, en parte por la mejoras en el diagnóstico precoz impulsadas por la implantación en el Seris de la teledermatología. El año pasado se diagnosticaron un total de 1.294 procesos cutáneos malignos: 910 carcinomas basocelulares, 248 carcinomas epidermoides infiltrantes, 49 melanomas infiltrantes, 26 melanomas in situ y 61 lentigos malignos.

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«Junto a la prevención secundaria, el diagnóstico precoz, es imprescindible la primaria, el sentido común y la fotoprotección»

Íñigo Martínez de Espronceda Ezquerro

Jefe del servicio de Dermatología del Hospital San Pedro

 «Generalmente el tumor más frecuente de la población es el carcinoma basocelular, lo que pasa que suele ser un tumor que es solo localmente agresivo, probablemente por eso mucha gente, incluso personas operadas, no tiene el concepto o la percepción de haber tenido un cáncer. Luego es verdad que tenemos otros tumores como el melanoma, el carcinoma epidermoide o el carcinoma de células de Merkel que sí que puede tener una mortalidad elevada si se cogen tarde», concreta el especialista, quien alaba las bondades de la teledermatología: «Tras una valoración telemática en base a la gravedad de lo que vemos en la imagen que nos envían desde Atención Primaria, decidimos. En caso de sospecha citamos al paciente en el servicio, pero incluso, cuando se trata de una patología benigna o banal, como una psoriasis leve o moderada, emitimos un diagnóstico y el paciente tiene un informe en 48 horas con el tratamiento en su tarjeta sanitaria, y eso, de momento, no lo hace nadie en España».

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Reforzar la prevención primaria

El programa ha permitido agilizar todos los procesos, aunque no fue fácil en sus inicios. «Al principio tuvimos más atasco en el quirófano porque rescatamos a un montón de gente que estaba pendiente de cita, pero ahora un paciente con una patología grave no pasa más de una semana, dos como mucho, hasta que es operado», defiende el doctor Martínez de Espronceda, quien alerta de que junto a la mejora de la prevención secundaria, el diagnóstico precoz, es imprescindible incidir en el otro gran pilar, «la prevención primaria, la fotoprotección y el sentido común sin volvernos locos porque hay que hacer una vida al aire libre, pero siempre teniendo en cuenta el tipo de piel de cada uno y el índice de radiación de cada día para tomar las medidas adecuadas».

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Los riesgos de los excesos de la readiación solar

Algunos consejos que no debe olvidar...

Evite la exposición al sol

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    durante las horas centrales del día (entre 12.00 y 16.00), puesto que son las más peligrosas al ser más elevado el índice de radiación ultravioleta.

Protéjase la piel con crema

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    de protección solar de factor medioalto (nivel 50 o más) independientemente del tipo de piel que se tenga.

Aplíquese protección solar cada dos horas

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    ya que pasado ese tiempo esta pierde su estabilidad y, aunque sigue protegiendo, lo hace mucho menos.

Hidrátese con frecuencia

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    aunque no tenga sensación de sed y consuma frutas y verduras y evite las comidas copiosas.

Utilice gafas de sol

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    También es conveniente el uso de gorras o viseras y vista con ropas ligeras. Si está al aire libre protéjase con sombrillas u otros elementos.

Explórese regularmente

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    Debe revisar toda la superficie del cuerpo, observando si hay nuevas lesiones, lunares o manchas o cambios en las que teníamos. Puede ayudarnos con fotografías previas.

Acuda a su médico

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    si detecta lesiones nuevas con crecimiento rápido, sangrado o inflamación; si aparecen erosiones que no curan en un plazo razonable (tres semanas); o si aprecia cambios en los lunares con la regla ABCDE –asimetría, bordes irregulares, colores distintos en la misma lesión, diámetro grande (más de 6 milímetros) o evolución rápida–.

En este sentido recuerda que «para el fototipo más habitual que tenemos aquí, en general somos un fototipo 2 o 3, blanquitos, hay que protegerse sobre todo en verano con crema de 50 más y, si vamos a estar muchas horas expuestos, repetir la aplicación cada 2 horas y evitar las horas centrales», advierte. El especialista tampoco olvida citar la «otra clave superimportante a tener en cuenta, que son los factores genéticos, sobre todo en personas con antecedentes familiares de primer grado de melanoma o personas con síndrome mielodisplásico, tienen mucho más posibilidad de desarrollar este tipo de tumores», advierte, para incidir no obstante, en que «aparte de lo genético, hay muchas prácticas evitables y está confirmadísimo, por ejemplo, que el solarium aumenta el riesgo de cáncer, tanto de melanoma, como de cáncer cutáneo no melanoma».

Y con esa incidencia al alza, en la que incluye «otros muchos factores, entre los que yo destacaría como uno de los principales que yo destacaría es el del mayor envejecimiento de la población y la mayor tasa de pacientes inmunodeprimidos», el doctor aboga finalmente por la importancia de la autoexploración, la vigilancia y la consulta al médico en caso de duda. «Es muy importante conocer nuestra propia piel, saber dónde tenemos los lunares y las manchas y vigilar y detectar los posibles cambios bruscos, sobre todo con la regla ABCDE, en lesiones sobre todo que sean asimétricas, de bordes irregulares, de dos o más colores y de un diámetro mayor de 6 milímetros», concluye el jefe de Dermatología.

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