El futuro de la pyme riojana: entre desafíos estructurales y oportunidades de transformación

Otro indicador relacionado con la competitividad es el Índice Pyme de Competitividad, que recoge información sobre la facilidad o dificultad del entorno para llevar a cabo la actividad empresarial y los recursos internos de las empresas.

En 2024, este índice alcanza un valor de 15 para las pymes riojanas, ligeramente por debajo del 16 que marca la media española. Este dato se descompone en dos resultados reveladores: el entorno empresarial —con un saldo negativo de -9 tanto en La Rioja como en España— y el rendimiento interno, donde las pymes riojanas también se sitúan por debajo del promedio (39 frente a 40). Este indicador pone de manifiesto que las empresas están realizando un esfuerzo evidente por mantenerse competitivas desde dentro, así como las dificultades derivadas de los factores externos a los que deben de enfrentarse.

La innovación de las pymes riojanas aparece como uno de los factores de mayor potencial transformador. Las pymes riojanas muestran niveles similares de innovación a las pymes del resto del país, destacando especialmente en productos y servicios, con unos niveles superiores de innovación en estrategia y gestión, dimensiones que permiten escalar modelos de negocio y mejorar el rendimiento organizacional.

Además, es en este último tipo de innovación donde se evidencian desigualdades por tamaño: las pymes medianas innovan más que las pequeñas o microempresas.

Otro de los retos principales que plantea el estudio es la creciente dificultad para cubrir puestos de trabajo. Aunque las cifras son similares en el ámbito nacional, en La Rioja se observa una mayor dificultad para encontrar candidatos adecuados en todos los niveles, siendo especialmente acuciante en servicios técnicos y oficios cualificados. En las empresas medianas, el poder cubrir puestos directivos presenta un mayor grado de dificultad.

Entre los factores que dificultan la contratación de personal, el informe destaca la falta de motivación e interés por parte de los candidatos y la escasez de perfiles, lo que supone una barrera real al crecimiento y la competitividad.

Barreras que se traducen también en una dificultad creciente para acceder a conocimientos y habilidades clave. Las pymes riojanas manifiestan dificultad a la hora de captar recursos humanos con unas habilidades determinadas: profesionalidad e integridad, compromiso con la empresa, iniciativa y proactividad, flexibilidad y capacidad de adaptación.

Por todo ello, el futuro de la pyme riojana pasa, a tenor de los datos detallados anteriormente, por asumir la gestión del talento como un eje para su sostenibilidad. En un entorno marcado por la incertidumbre económica, los cambios tecnológicos y la transición hacia modelos más sostenibles, la capacidad de atraer, formar y fidelizar profesionales comprometidos será un factor decisivo para su futuro. En el caso de las acciones basadas en la mejora de condiciones laborales sí se evidencia una mayor importancia en las micro pymes riojanas.

Pero también es indispensable actuar sobre la promoción de convenios institucionales con universidades y diseños de planes de carrera. Un campo, el de la mejora de la reputación, en el que las pymes medianas riojanas van un paso por delante marcando el camino.