Gigantes cerrados. Firmas icónicas que dejaron huella
Electrolux, Altadis, Lear... Sus plantas reunían a cientos de trabajadores y su actividad tenía un peso crucial en la economía riojana hasta que sus traumáticos cierres dieron paso a un nuevo escenario
La economía de la comunidad no se entendía sin ellas en los primeros 2000. Sus plantas daban trabajo a cientos de riojanos y sus ventas se extendían por todo el mundo. Formar parte de esas plantillas era el objetivo de quien aspiraba a un salario generoso y el PIB regional tenía uno de sus pilares fundamentales en el músculo que aportaban estas factorías llegadas a La Rioja al calor de un contexto emergente y facilitador.
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Aquella fotografía de progreso tenía entre sus protagonistas a gigantes como Altadis. Tabacalera era una parte indisociable a la memoria colectiva riojana desde 1890, hasta que la producción se trasladó del corazón de Logroño al polígono de El Sequero en Agoncillo, donde permaneció sus últimos 37 años bajo el mando de Imperial Tobacco a partir del 2008. La trascendencia de la conocida como «el gran estanco que sirve a todo el país» se medía en un puñado de cifras abrumadoras: 576 personas trabajando en turnos continuos, maquinaria de última tecnología que producía 16.000 pitillos por minuto, una facturación en el año 2013 de 785 millones de euros en el conjunto de sus centros de actividad en España... Un pasado exuberante que echó el cierre definitivamente en enero del 2017 tras múltiples intentos institucionales de mantener la actividad y una reacción social que no pudo contener lo inevitable.
Electrolux fue otro de aquellos referentes industriales sin cuyo concurso difícilmente se entendía la economía y también la sociedad riojana. Fundada en 1976 por Ibérica de Electrodomésticos, conocida como Ibelsa, la multinacional sueca Electrolux adquirió la planta ocho años más tarde. Fue entonces cuando tomó el nombre de Zanussi y Fuenmayor se convirtió en un motor imparable y referencia mundial de la producción de electrodomésticos de calidad. Todo el brillo empezó a ensombrecerse en abril de 2004, cuando la dirección esbozó la posibilidad de cerrar la factoría arguyendo la dificultad de asumir los costes salarias ante la competencia de otros países. Ni los intentos por parte del Gobierno de embridar la coyuntura presionando teclas tanto en Madrid ni las manifestaciones clamando por el mantenimiento de la planta lograron cambiar las trágicas consecuencias del cierre. 440 hombres y mujeres perdieron su empleo (además del impacto laboral en las pequeñas empresas auxiliares que surtían a Electrolux) y la economía riojana sufrió un severo varapalo.
Algunas cifras
16.000 cigarrillos
por minuto llegó a producir Altadis
440 trabajadores
tenía Electrolux cuando cerró
La caída de las ventas, los muy elevados costes de producción y el alambicado contexto económico que vivía entonces el sector de la automoción fueron los argumentos blandidos por la dirección de Lear Corporation para poner fin a la exitosa trayectoria de la firma surgida de la escisión de la antigua General Motors en dos compañías suministradoras de componentes. Una –Delphi– dedicada, sobre todo, a la fabricación de parachoques y el gigante Lear especializado en cosidos, reposacabezas y parasoles. Hasta más de 500 empleados llegó a acoger la que fue tercera empresa industrial de La Rioja en su planta de Arrúbal, cuya historia concluyó a finales del 2011 entre protestas y la constancia de que La Rioja debía redibujar su horizonte.
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