Calzado. Un camino de adaptación continua

El sector del calzado riojano comenzó a dar los primeros pasos en este milenio con una máxima: la apuesta por el valor añadido y por el I+D+i, la investigación, el diseño y la innovación. Eran los argumentos con los que afrontaba el inicio de década, siglo y milenio un sector acostumbrado a vivir en una crisis prácticamente permanente, sabiendo adaptarse sus empresas, dirigentes y trabajadores a las transformaciones que exige un mundo cambiante y que pone en su camino continuos retos.

Cerraba el siglo XX el calzado después de vivir una crisis más. Allá por 1993, la fiebre de la deslocalización hizo tambalear los cimientos del calzado arnedano, que tenía su mercado en el ámbito nacional. Las empresas, fundamentalmente asentadas en Arnedo, respondieron fortaleciendo sus marcas. Posicionándolas. Consiguieron crear referentes mundiales. «Las empresas se modernizaron, apostaron por el diseño, por la innovación, por elementos diferenciales abrieron mercados hacia la exportación», valora Alfonso Ruiz, presidente de la Asociación de Industrias del Calzado y Conexas de La Rioja (Aiccor).

La ciudad del calzado era en ese inicio de década una ciudad eminentemente industrial, la segunda de La Rioja, con pequeñas y medianas empresas, la mayoría con germen y vínculos familiares, que exhibían músculo y espíritu emprendedor. Así saltaron a los años 2000 empresas productoras, auxiliares y de complemento y de comercialización, motor de la economía arnedana y riojana.

Ante una nueva crisis, la contagiada desde el ladrillo en 2008, fueron los años de apostar aún más por la internacionalización a la par que seguían buscando diseño e innovación para productos diferenciales de calidad. «Para marcas asentadas en España, abrir mercados es realmente complejo», valora sobre el reto el presidente de la patronal.

Como gran apoyo en ese camino, la puesta en marcha del Centro Tecnológico del Calzado de La Rioja en 2007 se convirtió en una herramienta de gran valor en la investigación de materiales, desarrollo de funciones, etc. Al cumplir los 18 años, se ha transformado en Novex para ofrecer sus laboratorios y servicios a empresas de todos los servicios y de todo el mundo.

Desde hace diez años, el comercio online empieza a hacerse relevante dentro de las estrategias de comercialización, impulsándose ante los cambios del patrón de consumo que supuso la pandemia. Es un camino más de adaptación para el sector, que requiere tener la marca bien posicionada y reconocible. «El grueso del mercado de Arnedo y de La Rioja sigue siendo el punto de venta físico, tiendas o grandes almacenes, pero en varios casos la venta online es algo ya a considerar y hay que posicionarse -expone Ruiz-. Pero las tiendas pequeñas tienen también la crisis de la falta de relevo generacional».

En los últimos años se suman dos nuevos conceptos a la capacidad de adaptación del calzado riojano: digitalización y sostenibilidad. Y un nuevo reto junto al cambio de los hábitos de consumo: la moda del deportivo para todo momento. «Hace mucho daño en un Arnedo que siempre ha sido de zapato. Quien más quien menos, todos se han adaptado y todas las marcas tienen sus 'sneakers'. Algunas caen y otras saldrán reforzadas, como siempre. Quizá estamos atravesando lo más profundo del bache y vemos las cosas oscuras. Pero de la misma forma que en 1993 se veían negras, saldremos adelante. Porque los hábitos de la moda rápida y la burbuja del ocio se desinflarán y habrá nuevos patrones de consumo. Porque parte es estructural y otra parte es cíclica», anima Ruiz hacia el futuro.

Otra de la crisis que afecta al calzado es la misma que afecta a tantos y tantos sectores productivos: la falta de relevo generacional. «Antes sobraba gente para trabajar. Ahora no encontramos… y necesitamos producir», se resigna Diego Belón, de Comisiones Obreras. La solución que todas las partes apuntan: la formación. En concreto, a través de desarrollar el Plan de Formación y Empleo regional.

En el balance de estos 25 años desde el punto de vista sindical, Belón subraya que «hemos pasado del descontrol de horarios, de hacer 55 horas de media a la semana con extras y sábados, a unas mejores condiciones laborales gracias a la presión sindical, a pedagogía desde todas las partes y a que las empresas se han dado cuenta de que el anterior sistema no tenía sentido». Eso sí, apunta una mejora que queda pendiente: «Aunque se han ido adaptando tecnologías a procesos productivos, sigue siendo un sector muy manufacturero, que a la larga genera enfermedades profesionales. Y eso todavía no hemos sido capaces de regularlo».

Si en el camino de estos 25 años, como en los de más de un siglo de calzado en Arnedo, surgen crisis tras crisis, ¿qué hay que tener para ser del sector y tan resiliente? «La clave es sobrevivir –asiente el presidente de Aiccor–. En Arnedo siempre ha habido iniciativa, luchas con compromiso y responsabilidad por tu proyecto, porque nos jugamos el patrimonio, los puestos de trabajo… el pueblo. Porque familiares, amigos y vecinos compartimos todo y se trata de afrontar los cambios y seguir adelante. Porque nos vienen tiempos mejores». «Hemos atravesado crisis de todos los colores, pero el sector se adapta, gracias también a que los trabajadores nos hemos adaptado con las empresas y el sector», apunta Belón.

Ejemplo de ello son casos de éxito en todos los sectores: desde los de moda y diseño hasta los de complementos y auxiliares pasando por los que trabajan el esparto. Y ejemplos de nunca rendirse, como los que han reflotado de graves incendios como Cauchos Arnedo, Roal y FAL.

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