El Gobierno de Sanz vio «buenas perspectivas» de desarrollar esta titulación en 2008

La administración que entonces dirigía José Ignacio Nieto encargo un par de informes a Deloitte en el que se presentaba el presente y el futuro de la Medicina en La Rioja. En ese análisis se señalaba que la situación clínica de la región se agravaría «a partir de 2019» por la retirada de facultativos y que en esos momentos el ratio de médicos por habitantes en La Rioja era sensiblemente inferior al de España.

En esos días de junio de 2008, José Ignacio Nieto daba su punto de vista sobre que la Universidad de La Rioja se abriese a crear una facultad de Medicina: «Las perspectivas son buenas y los datos son favorables, pero hay que trabajar mucho para poner el proyecto en marcha». «Existe la voluntad de crear la Facultad en la Universidad de La Rioja, pero siempre que las circunstancias lo aconsejen. Si no hubiéramos visto claridad en el horitzon, no hubiéramos encargado el informe previo», recoge la hemeroteca de Diario LA RIOJA del 4 de junio.

También se puso en la mesa una cifra, la de 25 alumnos, el mínimo para implantar la carrera, y se recordó la cifra de riojanos que cada año se marchaban fuera de La Rioja para estudiar el actual grado y entonces licenciatura.

También el presidente de La Rioja en aquellos momentos, Pedro Sanz, se sumaba con cierta cautela a la idea. «El Gobierno a poyará la creación de Medicina siempre que tenga una garantía de prestigio y de calidad». Sanz explicaba entonces crear titulaciones «por crear» no tiene «ningún sentido, si no da prestigio a la UR», aunque indicaba que aún quedaba mucho camino por recorrer y que faltaban «informes definitivos».

El otro pilar del proyecto, la UR, entonces comandada por el rector José María de Pisón, conocedor profundo de los procesos, se mostraba aún más escéptico. «Es un proyecto cuya realización se puede dilatar más de lo que pensamos», indicaba en 2008.

Sus previsiones no iban desencaminadas. La Facultad de Medicina de la UR acabó en un cajón, mientras los médicos se jubilaban y el sistema sufría cada vez una mayor saturación, que ha estallado en los últimos años agravada por la pandemia de COVID-19. Y así La Rioja se ha quedado como la única comunidad autónoma de España en la que sus futuros galenos, sí o sí, deben salir a estudiar fuera de sus fronteras. La única comunidad, por el momento, sin el grado de Medicina.