Los funcionarios de prisiones insisten: «La falta de personal es alarmante»
Trabajadores del centro penitenciario invitan de nuevo a la delegada del Gobierno a que compruebe 'in situ' la masificación de la cárcel después de las «desafortunadas» declaraciones que hizo «desde el desconocimiento del medio»
Trabajadores de la cárcel de Logroño han vuelto a denunciar públicamente la masificación del centro y la «alarmante» falta de personal. Así lo ha reiterado este viernes en rueda de prensa el delegado de Acaip-UGT, Jorge Cabezas, después de que el pasado miércoles la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, negara el hacinamiento de presos.
Declaraciones, las de Arraiz, que Jorge Cabezas ha calificado de «desafortunadas» y que, a su juicio, hizo desde el «desconocimiento del medio», sobre todo cuando dijo «que en esta prisión se había llegado a tener el triple y es imposible que haya habido 900 ni siquiera 600». Para rebatir esta afirmación, ha asegurado que entre 1989 y 1992 llegó a haber 435 internos. Fue el momento de mayor masificación y que se solventó con conducciones.
Por ello, ha vuelto a invitar a la delegada a que comprueba 'in situ' la situación por la que atraviesa la prisión logroñesa en la que, a pesar de que dijo que «lo de los presos peligrosos era algo puntual», desde el pasado 21 de julio hasta ayer se han registrado tres altercados de gravedad, el último el pasado día 16 cuando dos internos protagonizaron una «brutal pelea», ha dicho. Desde septiembre de 2021, las agresiones graves han sido ocho, incluido un intento de asesinato.
El delegado de Acaip ha detallado las que, a su entender, son las «deplorables condiciones» en las que trabajan en el centro y el «malestar continuo agravado por la alarmante falta de personal». Un malestar que aumentará a partir de octubre cuando ser resuelva el concurso de traslados. Entonces se irán 18 compañeros del centro, que se sumarán a las 34 vacantes actuales, mientras que la RPT contempla 179 puestos. «Faltan en todos los ámbitos: laboral, médico y sobre todo funcionarios que trabajan en el interior del centro», ha indicado.
Como detalle, ha explicado que desde hace más de un año no tienen cocinero en el centro y son los propios internos los que se encargan de hacer el menú diario.
La masificación prácticamente afectaría a todo el centro, aunque es especialmente grave en el módulo 7 en el que hay 90 internos atendidos por un solo funcionario. Una situación crítica que, según ha asegurado, propicia que se produzcan constantes roces, momentos de tensión y altercados de gravedad.
La inseguridad, ha insistido, es «enorme» y está provocada por elevado número de internos con expedientes conflictivos derivados de otros centros, especialmente del País Vasco, que como tienen las competencias en materia penitenciaria, tienen cárceles «a la carta», ha criticado. «No entendemos que los deriven al nuestro», una cárcel de categoría 'c' que no está preparada para atender a este tipo de presos. Con todo y a pesar de las reiteradas quejas, ha lamentado, «nadie ha tomado ninguna medida al respecto».
En la actualidad, hay 304 internos en la cárcel de Logroño -hace un año había 264- y si se cumpliera estrictamente la legalidad, con un preso por celda, debería haber 245. Sin embargo, «el aumento es significativo año a año».
