Funcionarios de la cárcel de Logroño denuncian la masificación y la «alarmante» falta de personal
Aseguran que hay departamentos en los que se alojan hasta 80 internos que son atendidos por un solo funcionario, lo que provoca que cada vez haya más situaciones de tensión e incidentes violentos
La Rioja
Martes, 22 de agosto 2023, 13:25
El sindicato Acaip-UGT, en una contundente nota de prensa, denuncia la que califica de «alarmante» falta de personal en el centro. Una situación que, dicen, se verá agravada «de forma alarmante» a finales de octubre cuando se resuelva el concurso de traslados que, según sus cálculos, supondrá la pérdida de, al menos, 18 trabajadores que se sumarán a los 33 actuales. El resultado será que «va a haber un déficit de al menos 51 funcionarios sobre la relación de puestos de trabajo». Las consecuencias de esta falta de personal son el aumento de la carga de trabajo y las dificultades para disfrutar de los permisos y licencias que legalmente les corresponden.
Junto a la falta de personal, los funcionarios denuncian la «masificación» del centro debido a las deficiencias estructurales y al exceso de internos. Aseguran que en algunos espacios, como los comedores, las salas de televisión, las celdas e incluso los patios están diseñados para un número máximo de 52 internos y en algunos departamentos hay hasta 80 que son atendidos por un solo funcionario. Una situación extrema que provoca que cada vez haya más tensión e incidentes violentos.
Desde Acaip-UGT también critican la falta de asistencia médica para atender a los internos. En la actualidad, dos médicos prestan este servicio en el centro penitenciario y se ha dado el caso, en periodos de baja o de vacaciones, de que no ha habido ningún galeno. Esta circunstancia ha provocado momentos de tensión debido a las numerosas patologías de la población reclusa y al gran número de internos con problemas psiquiátricos diagnosticados.
Por último, explican que desde hace más de tres años están siendo trasladados a la cárcel de Logroño un importante número de internos con unas características penitenciarias que no se corresponden con la categoría del centro, la C, la más baja dentro de la escala. Estos presos tienen unos expedientes muy conflictivos, con multitud de incidentes violentos, agresiones, peleas y motines, entre otros, y en vez de ser sometidos a un régimen más restrictivo llegan a centros como el riojano «donde faltan medios y una infraestructura adecuada para poder controlarlos de la forma debida». Todo ello ha desembocado a que en los últimos tres años se han producido más incidentes violentos que en los 25 años anteriores.
Finalmente, destacan que dadas las «vergonzosas» cesiones que se han concedido al País Vasco en materia penitenciaria, «se les permite tener una población reclusa a la carta y que puedan enviar presos a otras comunidades pero que ellos solo admitan a los que deciden».
De todo lo anterior, sostienen que sólo hay unos responsables «que son los gestores de la secretaría general de Instituciones Penitenciarias y por ende el Ministerio del Interior, quienes con su ineptitud e incompetencia están llevando al sistema penitenciario a una deriva muy peligrosa, mostrando un claro desprecio y una falta de respeto total hacia sus trabajadores y adoptando una política de buenismo hacia, por y para los internos».