«Empecé a sentir que oía mi cabeza más que mi voz»

«Me di cuenta de que tenía un problema con los porros. No podía dormir, me pasaba el día emocionalmente inestable, con ansiedad, paranoias... Vi que estaba afectando a toda mi vida, mi rendimiento académico se hundió y empecé a sentir que oía mi cabeza a más volumen que mi propia voz», relata la joven, que optó por afrontar la situación y echarle agallas. «Vi el problema y me convencí de que tenía que pedir ayuda, aunque antes de acudir a Proyecto Hombre se lo conté todo a mis padres, que, aunque se preocuparon mucho, se han volcado en ayudarme, un apoyo que ha sido importantísimo».

Hoy, gracias a meses de trabajo de las rutinas, el orden, los hábitos y la gestión emocional, Raquel se encuentra por fin mejor. «Sobre todo vuelvo a tener una claridad mental que había empezado a perder y eso es lo que más agradezco. Ha sido un periodo de transformación total en el que he tenido que dar vueltas a muchas cosas que antes ni me paraba a pensar», asegura orgullosa de su éxito personal, sin olvidar el amparo recibido. «Yo había oído hablar mucho de Proyecto Hombre y no tenía ningún prejuicio, solo quería buscar ayuda y, aunque llegué con mucho miedo, me decidí a venir a ver qué pasaba. Al final la esperanza ha sido una realidad y me encuentro genial gracias a la ayuda y a mi propio trabajo», enfatiza.