Jesús Vicente Aguirre posa en el centro junto al coro Con Dos Bemoles instantes antes de la gala de entrega de los Premios Impronta celebrada en Bodegas Franco Españolas. Juan Marín

Con Dos Bemoles de coro

La formación, que se fundó en el IES Comercio, fue dirigida por Jesús Vicente Aguirre durante veinte años

Diego Marín A.

Logroño

Viernes, 17 de octubre 2025, 18:44

Con Dos Bemoles, que cerró los Premios Impronta 2025, inició su andadura musical en 2003 y Jesús Vicente Aguirre González lo dirigió durante veinte años. El nacimiento fue por casualidad. Nueve miembros de la asociación de padres del IES Comercio de Logroño cantaron el 'Cumpleaños feliz' a un compañero y los escuchó una profesora del centro, que apreció cierto talento para el canto en el grupo y los animó a formar una coral.

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Como Jesús Vicente Aguirre era miembro de la AMPA, le pidieron ayuda para dirigirles por su trayectoria y conocimientos musicales. «Nos gustaba mucho cantar y así nacimos. Empezamos ocho y cantábamos donde nos llamaban, en residencias de mayores, colegios…», recuerda Pilar Martínez, una de las fundadoras de Con Dos Bemoles. Desde entonces han llegado a hacer incluso intercambios interprovinciales con Benasque, Villanueva de Gállego, Medina de Pomar, Santoña, Dueñas… y han ampliado el repertorio hasta las 70 canciones, en su mayoría temas populares y tradicionales, como 'La Rioja existe', pero también boleros hispanoamericanos y composiciones pop de los 70 y 80, a veces acompañados de piano o gaitas.

«Hemos ido subiendo peldaños y creciendo en calidad, pero seguimos ensayando en el instituto, donde estamos como en casa», explica Pilar Martínez. En los 22 años de historia del coro continúa un núcleo de fundadores. La mayoría de miembros son adultos, aunque la formación se va renovando y el pasado mes de septiembre se incorporaron tres nuevos miembros. «Hemos intentado hacer cantera con gente joven, pero es complicado», admite Martínez. Ahora 'los jóvenes' del coro tienen más de 50 años.

El humor no falta, como da a entender la denominación. «El nombre tiene tela. Hay que poner 'bemoles' a la vida. El bemol es una nota musical pero también es un juego de palabras», subraya Martínez. Como Aguirre ha sido parte importante del coro, cualquier reconocimiento hacia él supone una alegría para Con Dos Bemoles. «Jesús Vicente ha sido todo para nosotros, es quien nos inició en la música. Con su santa paciencia ha sido nuestro director y ahora es nuestro amigo. Donde quiera que nos llame, allí estaremos», asegura Martínez.

La primera actuación destacada del coro fue el 9 de mayo (Día de Europa) de 2004 para el IES Comercio, y cantaron el 'Himno a la alegría' basado en la 'Sinfonía 9' de Beethoven. Después también cantaron en el 25 aniversario del colegio Madre de Dios y en galas benéficas en favor de entidades como la Asociación Riojana de Enfermos de Parkinson, además de ofrecer un tradicional concierto de Navidad en el Auditorio municipal. Y el pasado jueves también actuaron, de forma especial de nuevo bajo la dirección de Jesús Vicente Aguirre, en la gala de entrega de los Premios Impronta.

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El coro Con Dos Bemoles posa en la gala de los Premios Impronta. Juan Marín

«Para pasarlo bien»

En 2023 llegó un punto de inflexión, puesto que Aguirre dejó la dirección y le sustituyó Héctor Rubio, con experiencia en la Coral Najerense, con 80 años de trayectoria. «Es un coro muy particular porque nació de un grupo de amigos que ahora ya muchos están jubilados», explica Héctor Rubio. Aunque la formación no tiene otra pretensión que la diversión, se toman en serio el canto y ensayan todos los miércoles. «Hay que tener un mínimo de condiciones vocales, al menos afinar, aunque esto es complicado y hay que trabajarlo», reconoce Héctor Rubio.

La coral Con Dos Bemoles adapta el repertorio en cada actuación, por ejemplo, al interpretar más boleros en su actuación si el público es mayor. «Los coros más exigentes son más difíciles de dirigir, pero este es más para pasarlo bien, aunque eso también dificulta tener gente y hay que trabajar las voces», advierte el director. «Si nos invitan a actuar, tenemos que ser un mínimo de veinte personas, pero no depende tanto del número sino de las aptitudes de quienes estén disponibles, pero ya con una veintena se puede hacer algo bonito», reconoce Héctor Rubio.

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