«No quiero imaginar la sexta ola sin vacunas, hubiera sido catastrófica»
Alberto Lafuente Gerente del Seris
Llegó en octubre de 2019 para hacerse cargo del Seris y los dos años de pandemia no han torcido el empeño de Alberto Lafuente ... de llevar la Sanidad riojana al futuro con eficiencia, humanización y calidad asistencial como ejes prioritarios.
– ¿Ha acabado la sexta ola en el ámbito hospitalario?
– Yo creo que sí, porque la presión asistencial es muy asumible. Es verdad que ahora viene la post ola, que es igual de dura o más. Yo siempre digo que en el hospital llevamos ya doce olas, la ola en sí y lo que viene después, lo que no hemos podido hacer. En esa fase estamos, en recuperar lo que no se ha podido hacer en la ola y todo lo que queda de atrás, de dos años de pandemia.
LISTAS DE ESPERA
– La vacuna, dosis de refuerzo incluida, ha sido clave, ¿no?
– Eso es una constancia. Si no, ahora mismo no podríamos estar hablando de eliminar cuarentenas o prescindir de las mascarillas en el interior. La diferencia entre la tercera ola, durísima y muy compleja a nivel asistencial, y esta es la vacuna, sin duda. Sin ella hubiésemos estado en una situación similar a la de hace un año, teniendo que volver a dedicar casi todos los recursos al COVID, muchísimos de ellos en UCI, y parar el hospital. No me imagino esta ola sin vacuna porque no sé si la sociedad hubiese estado preparada para ello otra vez y los profesionales están agotados. No quiero imaginarme una sexta ola sin vacuna, hubiera sido catastrófica.
– Hablaba de doce olas... ¿Cómo están las listas de espera?
– En esta sexta ola no hemos parado los quirófanos y eso nos ha permitido seguir avanzando, pero las listas de espera vienen de dos años de pandemia en los que, pese a todo, sí hemos conseguido que al paciente oncológico y al enfermo que era realmente prioritario en ningún caso se le demorara su cirugía. Estamos trabajando en las listas de espera, que han subido en todas las comunidades, aunque eso ni lo justifica, como no nos sirve de consuelo estar entre las que mejores datos tienen. El sistema sanitario se ha tenido que estirar al límite y ha aguantado bien, pero ahora padece las secuelas habituales postraumáticas. Cada paciente que espera es un esfuerzo que tenemos que hacer y en ello estamos, con un plan de choque en las listas de espera, hemos digitalizado todo el quirófano para optimizar los tiempos, se está operando por la tarde, se están utilizando técnicas novedosas mucho menos invasivas para reducir los ingresos, se ha potenciado la cirugía mayor ambulatoria, se está empezando con el tema de la unidad del dolor postoperatorio para reducir tiempos de ingreso y mejorar la calidad de vida del paciente... Siempre hemos intentando adelantarnos a lo que iba a venir, la improvisación se ha reducido a un límite ínfimo, y eso nos ha permitido una situación óptima en la que nadie se quedó sin cama, respirador o atención.
«Ha tenido que estirarse al límite y ha aguantado, pero ahora sufre algunas secuelas postraumáticas»
SISTEMA SANITARIO
– ¿Tiene margen de mejora el hospital?
– Todo sistema sanitario puede mejorar, no solo el hospital, también Primaria. Tenemos profesionales muy bien preparados y muy cualificados, los riojanos pueden estar orgullosos, y lo que estamos haciendo ahora es intentar organizar de una forma más eficiente el trabajo e introducir tecnología del siglo XXI para la nueva medicina que queremos, de eficiencia y más humanizada.
– ¿Y el déficit de personal?
– Durante el pasado año hemos acometido una montón de contrataciones y el Servicio Riojano de Salud incrementó su plantilla en 281 plazas, 246 de ellas de personal sanitario, en concreto 56 médicos –39 de Atención Hospitalaria y 17 de Atención Primaria– y 190 profesionales sanitarios no facultativos –163 de Atención Hospitalaria y 27 de Atención Primaria–, entre otros, 114 enfermeras y 63 TCAE. Vamos a seguir dando pasos para adecuar la plantilla a la medicina que necesitamos, se han contratado profesionales y se va a seguir contratando, pero como decimos en gestión, podemos buscar mariposas e intentar cazarlas o podemos poner un jardín y que vengan ellas. No se trata solo de dinero, sino de hacer un proyecto atractivo y a eso nos está ayudando mucho el plan estratégico. El objetivo es que los profesionales quieran venir y se sientan orgullosos de pertenecer a este sistema, porque eso va a repercutir en ellos y, desde luego, en el paciente.
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