El nuevo Plan de Contingencia del San Pedro contempla triplicar sus 32 plazas UCI
El protocolo COVID, activo desde hace días con la apertura ya del control A de la sexta planta, garantiza 849 camas y stock de EPI y material para meses
El SARS-CoV-2 no entiende de descansos vacacionales. Recuperado de la debilidad a la que le llevaron las medidas del confinamiento, vuelve a extender ... su maléfica red por La Rioja gracias a la relajación de casi todos y a la irresponsabilidad de muchos.
En menos de un mes el coronavirus ha reconquistado nuestras vidas y el terrible escenario que se auguraba para octubre o noviembre se intuye ya en este final de agosto con 941 nuevos casos confirmados en estos últimos 14 días (a la espera aún de los que incorpore hoy el Ministerio de Salud del fin de semana). El temor al retorno al drama y a las lágrimas es ya un hecho: 62 personas han dormido hoy en los hospitales riojanos &ndash52 en el San Pedro, 6 de ellos en la UCI, y 10 en Fundación Hospital de Calahorra&ndash y la presión asistencial amenaza con volver a poner a prueba un músculo que en Salud dan por hecho que responderá aún mejor que en la primera oleada.
«Hay capacidad suficiente para llegar a aquello que necesiten los riojanos, sin duda, Tenemos stock suficiente de respiradores, de camas, de material... Nos hemos dotado de todo lo necesario en estos meses y, de verdad, estoy tranquilo y eso no me preocupa en absoluto», asegura el Alberto Lafuente, director del Área de Salud de La Rioja y gerente del SERIS, que garantiza que «estamos mejor preparados que entonces, indudablemente. Hemos hecho una reflexión de lecciones aprendidas porque la vez anterior es seguro que todo no lo hicimos bien y disponemos de un Plan de Contingencia en el que se tiene en cuenta todo lo aprendido».
Músculo y stock suficiente
Con el control A de la séptima planta del hospital San Pedro ya completo desde la semana pasada, Salud activó el protocolo de escalada o repliegue en el complejo, muy similar al realizado en abril y mayo pasado, cuando la pandemia obligó a reservar una decena de controles en 6 de los siete pisos para atender a los cientos de pacientes que precisaron de hospitalización, un pico alcanzado en planta el 2 de abril (431 ingresados) y el 3 en la UCI (40).
«Vamos poco a poco, de forma tranquila y pausada, con la seguridad de que tenemos músculo suficiente. La apertura de las plantas ha sido muy rápida y todo el mundo ha sabido qué era lo que se tenía que hacer y qué material se necesitaba. El plan de escalada no va por fases, es un continuo y tenemos suficiente músculo como para aguantar tanto estructural como funcionalmente y también a nivel de tecnología», garantiza el doctor Lafuente respecto a la estrategia diseñada que contaría, como ya sucedió hace seis meses, con la disponibilidad de más de 1.150 camas hospitalarias: 849 en el San Pedro, 80 en Fundación Hospital de Calahorra, 65 en el Hospital de La Rioja ampliables a 120, 45 en Los Manzanos y otro centenar si fuera preciso medicalizar el CRMF de Lardero.
Pero la gran ventaja respecto a la primera oleada se encuentra en dos apartados claves, las plazas UCI y el material, dos ejes que ya no figuran en el capitulo de preocupaciones. «Tenemos mucha capacidad instalada y la creación de la Unidad de Críticos nos permitió que las 17 camas UCI con que contaba el hospital sean hoy 32, cifra que podemos elevar hasta las 70 e incluso más. Se podría multiplicar por tres seguro y rondar las 90 porque tenemos camas y respiradores suficientes y también la capacidad del personal necesario», asegura rotundo Lafuente, que no descuida otro eje fundamental: «El tema de los EPI, que al inicio de la pandemia fue crítico, ahora lo tenemos controlado y disponemos de un stock que nos garantiza varios meses de cobertura y que se evalúa a diario».
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