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La rioja
Sábado, 10 de abril 2021
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La operación policial continuaba este sábado todavía abierta, por lo que los portavoces de la Policía Nacional eludieron desvelar, con el fin de no entorpecer el operativo, el número de detenciones practicadas por la muerte violenta de un hombre de 34 años, cuyo cuerpo fue encontrado, entonces todavía con vida, el pasado jueves en las inmediaciones del parque del Ebro de Logroño, aunque fallecía al día siguiente en el Hospital San Pedro de la capital.
Por la mañana, eran al menos dos las personas detenidas por su presunta implicación en el caso y a lo largo de la jornada se sumaron nuevas detenciones, sin que se hubiera terminado con las mismas a última hora de la tarde, según confirmaron las fuentes policiales.
En todo caso, la Brigada Judicial del Cuerpo Nacional de Policía espera tener resuelta para este domingo mismo la investigación de este trágico suceso, por lo que presumiblemente a lo largo de la mañana se aportará más información sobre lo acaecido y sobre los motivos del fallecimiento de la víctima.
Lo que este periódico pudo contrastar hasta el cierre de la edición es que se trata de un varón de 34 años, de origen marroquí, que residía desde hacía al menos una década con sus padres en la vecina localidad de Oyón y que trabajaba como repartidor para una cadena de comida rápida de la capital riojana.
El hombre fue encontrado malherido por agentes de la Policía Local logroñesa el pasado jueves en las inmediaciones del parque del Ebro, en concreto en la calle Intendencia, junto al aparcamiento de Valbuena (frente al Cubo del Revellín).
Los funcionarios municipales, al comprobar el mal estado en que se encontraba, incluso con signos de hipotermia, avisaron de inmediato a los servicios de Emergencias, quienes en una ambulancia trasladaron al herido hasta el Hospital San Pedro, donde falleció al día siguiente sin que los médicos pudieran hacer nada por salvar su vida.
A partir de ahí, el caso pasó a manos de la Brigada Provincial de la Policía Judicial que, por orden del juez, abrió una investigación, que seguía anoche abierta, al presentar la víctima signos de violencia.
La falta de información sobre lo sucedido provocó que en las primeras horas, en las redes sociales, se relacionara este suceso con la desaparición de un joven logroñés de 24 años hace ya más de tres semanas y del que se continúa desconociendo su paradero, pero nada tiene que ver un caso con el otro, según confirmó también rápidamente la Delegación del Gobierno en La Rioja.
El fallecido, de 34 años de edad según los datos facilitados por la Policía, llevaba más de una década residiendo junto a sus padres en la vecina localidad alavesa de Oyón, tal y como pudo saber Diario LA RIOJA.
Fuentes cercanas al ámbito personal de la víctima y vecinos de la localidad explicaban ayer que el joven bajaba a diario con su bicicleta a Logroño, ya que no disponía de otro vehículo propio, para trabajar como repartidor en una cadena de comida rápida de la capital riojana.
Personas que le conocían aseguraban este sábado a este periódico estar «consternadas» por la información sobre su muerte, ya que «era una persona afable, simpática y que nunca se metía en problemas», relataban. «Era muy querido en nuestro pueblo, todavía nos cuesta creer lo que ha sucedido», insistían.
La investigación continúa abierta mientras los allegados de la víctima esperan que «se esclarezcan cuanto antes los hechos para conocer qué es lo que ha pasado en realidad».
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