Burgos-Calahorra, un duelo que se decide desde la defensa

El Burgos ha hecho bueno a lo largo de la temporada ese triángulo central entre el que se pierden los rivales, formado por Zabaco y Elguezabal en la defensa y Undabarrena como mediocentro defensivo. Tres nombres de quilates, jugadores de oficio y experiencia que representan el centro de mandos de un Burgos que no pierde la compostura en esa zona central, donde el juego entre líneas está tan cotizado. En cierta medida, el Calahorra también ha conseguido hacerse fuerte en esas parcelas, con Cristian y Borja Vicent en el centro de la zaga y Jesús Álvarez como pivote. Otro trío fundamental para entender el éxito atrás del bloque de Diego Martínez.

Ambos equipos, sin embargo, replican en todas las parcelas del campo esas labores defensivas, con una presión intensa, solidaridad, apoyos constantes y orden. Los once defienden, los once atacan. La mejor manera de contener al rival es, para Calahorra y Burgos, asumir la posesión, queriendo el balón para evitar problemas, ya que sin él pierden la iniciativa. En el conjunto rojillo la defensa entra en acción a la hora de sacar el juego, si bien al comienzo de la temporada se buscaba ese dominio desde más atrás, y ahora, encontrando de forma rápida posiciones ofensivas.

Frente a esas similitudes en estilos, en otros factores difieren ambos conjuntos. El Calahorra ha apostado a lo largo de todo el curso, salvo en un partido, por formar con un solo punta, reforzando el juego interior más que la referencia pura. Jorge Martínez-Losa es ahora el elegido para cumplir esa función. El técnico rival Julián Calero apuesta por un sistema con dos delanteros, con Juanma indiscutible y Guillermo o Claudio para la otra plaza. Las llegadas de Saúl Berjón desde la izquierda y del lateral derecho Álvaro permiten que sus centros sean más peligrosos con dos referentes. Sin duda, un problema para la defensa y el centro del campo rojillos, que deberán multiplicarse en marcas, caídas y desmarques.

En cuestión de números, también es un enfrentamiento el de mañana interesante de analizar. El trabajo defensivo convierte a ambos equipos en dos de los menos goleados de toda la categoría. En concreto, el Calahorra, con 11 tantos encajados en 24 partidos, es el segundo que menos recibe, solo por detrás del Ibiza. El Burgos, que en el mismo número de jornadas ha recibido 14 goles, es el cuarto más seguro de toda la Segunda B. Más diferencia existe en el aspecto realizador, ya que el Calahorra llega al 'play off' después de anotar 22 goles, menos de uno por partido, y los castellanos 31 dianas.

Los dos equipos han comandado la clasificación de sus grupos durante la temporada, si bien el Burgos lo ha hecho durante quince semanas, llegando primero a la fase de ascenso, y los rojillos han asumido el liderato en siete jornadas, todas ellas en la primera fase. En puntos, 50 frente a 42, también ganan los burgaleses.

Los números son una referencia a la hora de evaluar puntos de partida, y está claro que el favorito de la eliminatoria es el Burgos. No se encuentra incómodo el Calahorra asumiendo esa realidad. A noventa minutos, el fútbol da oportunidades a todos y los rojillos tienen claros los aspectos que le hacen fuertes.