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La selección de Inglaterra. Reuters
Inglaterra, emocionada con su 'simpática' selección multirracial

Inglaterra, emocionada con su 'simpática' selección multirracial

Un grupo formado por jóvenes hijos de la inmigración y comandado por un líder estigmatizado por la Euro de 1996 se gana el corazón del país

Rodrigo Errasti Mendiguren

Enviado especial a Nizhny Nóvgorod

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Viernes, 6 de julio 2018, 16:30

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Seguro que para Gareth Southgate algunas de las cosas que está viviendo le provocan algo similar a un déjà vu. Una tanda de penaltis y que vuelva a hacerse viral el legendario tema inglés de la Eurocopa 1996 'Three Lions', de Lightning Seeds, que pide la «vuelta a casa» del fútbol. Su uso en aquel torneo acabó convirtiendo la canción en un himno popular, luego re-versioneado por otros, para aquella selección que cayó ante Alemania.... por el penalti marrado del ahora seleccionador. Curiosamente, nada más quebrar el gafe histórico de los penaltis ante Colombia, trabajados hasta la saciedad para 'adueñarse del proceso', incluso hubo alguno como Jesse Lingard, quien jugó con esa idea en las redes sociales , con una foto en la que se le ve hablando por teléfono. «No mamá, no estoy volviendo a casa. Está...», escribió el joven punta dejando a los seguidores la opción de completar el estribillo.

Lingard es uno de los representantes de esta selección 'nice' que ha conquistado el corazón de la sociedad inglesa, que casi había perdido la ilusión con su selección a lo largo de los años. Desde 1966 Inglaterra no gana nada y lo que es peor, había completado varios ridículos sonrojantes. En la pasada Euro fue Islandia la que les apeó, generando un cántico autodestructivo «Somos una mierda y sabemos que lo somos' ('We are shit, and we know we are') que se hizo popular en las calles de París. Esa tendencia de ver casi todo negativo no es nueva. Lo mismo que alejarse de determinadas críticas de la prensa más sensacionalista.

El tatuaje de Sterling

Quizá por eso, una historia sobre un tatuaje de Raheem Sterling acabó generando un efecto boomerang que unió más a la afición con una selección que siente como propia la mayor parte de la sociedad. El extremo del City, nacido en Jamaica y cuya madre viuda sacó la familia adelante como limpiadora, tiene un rifle de asalto M16 grabado en su cuerpo y cuando la prensa, junto a grupos opositores a la posesión de armas, le acusaba de ser violento... se supo que su padre había muerto por disparos en Kingston; que lo lleva para no olvidarlo y decir que su verdadera arma es su pierna.

La afición se puso de su lado porque es como Walker, Rashford, Wellbeck, Berahino, Dier, Zaha, Rose, Alli e incluso Harry Kane, máximo goleador del torneo con seis tantos, uno de esos ingleses cuyas familias llegaron desde otros distintos lugares a ganarse la vida en un país que ahora se siente identificado con este grupo joven (solo se mantienen 5 de Brasil) y multirracial. Se han ganado el cariño de los hijos de emigrantes, de las mujeres y los gays quizá porque no les ven tan arrogantes como en el pasado. Hasta el propio Rio Ferdinand ha reconocido estos días que su generación, que contaba con futbolistas de la talla de Steven Gerrard, Frank Lampard o Wayney Rooney, no terminó de empatizar tanto con el grueso de la sociedad como la actual. Algunos escándalos de alcohol e infidelidad durante la capitanía de John Terry tampoco ayudaron...

«Esperanza y orgullo de una nación»

Desde el seno de Inglaterra, contra la que debutará el nuevo seleccionador española en la novedosa Liga de las Naciones que arrancará en septiembre, saben de la ilusión generada pero tratan de frenar la euforia. «Aún no hemos hecho nada, hay hambre de éxito pero aún mucho por aprender. Somos un equipo cuya diversidad y juventud representa a un país moderno. Somos el reflejo de una nueva identidad y esperamos que la gente conecte con nosotros», dice Southgate, consciente de que «los objetivos, las ambiciones y los sueños» que comparte el equipo llevan «esperanza y orgullo a toda una nación». Incluso su decisión de permitir a Fabian Delph ausentarse de la concentración momentáneamente para asistir al nacimiento de su tercera hija, también fue bien vista por todos. «Este es un torneo importante pero la familia lo es más. Un hijo nace un día en la vida. En mi opinión, hay que estar en los momentos importantes de la familia», zanjó ante las dudas.

A nivel futbolístico el 'simpático' grupo de Southgate necesita mejorar, ya que el equipo, tras la goleada a Panamá en Nizhny Novgorod, parece aferrado al talento de Kane y las acciones a balón parado -estrategia con la que han logrado marcar todos sus goles menos uno a los centroamericanos- pero eso, ahora mismo, no les importa a sus aficionados. Como Chris y Robert, dos que chapurrean algo de español, y revelan: «bueno, jugamos un poco mal, incluso a veces como el 'culo' pero hemos pasado unos penaltis y ya no está Alemania para mandarnos a casa». También es verdad. Como para no ilusionarse...

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