El trial riojano deslumbra en el Campeonato de España
Los riders Travis Asenjo y Oier Sánchez, únicos representantes de la comunidad, conquistan el oro nacional en categoría Júnior y Principiante, respectivamente
La Rioja ha dejado su huella dorada en el Campeonato de España de trial celebrado en Guadalix de la Sierra gracias a sus dos únicos ... representantes: Travis Asenjo, oro en categoría Júnior, y Oier Sánchez, campeón en Principiante. No hay casualidad en sus triunfos, sino muchas horas de entrenamientos, sacrificio y una determinación que, pese a la diferencia de edad que existe entre ambos, comparten como si fueran hermanos de cuna. No ha sido el certamen idílico que ninguno se esperaba, pero lo importante es que vuelven a su comunidad natal con una nueva presea que poder lucir en su ya dilatado medallero.
Travis, de 17 años, llegó a la cita nacional con más dudas que certezas. Una lesión muscular y una dura gastroenteritis lo alejaron de los entrenamientos justo antes de competir. Pero, fiel a su estilo, no se rindió. Tras un mal inicio, remontó con temple hasta lo más alto del podio Júnior. «No llegaba en mi mejor momento así que la victoria supo mejor», relata con la serenidad de quien ya sabe lo que es ganar incluso un Mundial. Más allá de premios o reconocimientos, este riojano sigue disfrutando del trial como el primer día, porque lo lleva en la sangre. Su padre también corrió, ahora es su entrenador, y aprendió a montar antes que a andar.
Y en categoría Principiante brilló Oier Sánchez, un calceatense de 9 años que empezó en moto… hasta que un entrenador le sugirió cambiar de ruedas. Ahora no se baja de la bici. En el Campeonato de España también vivió su pequeño calvario; una caída con golpe en la rodilla y una bajada de tensión. Pero volvió a subirse, se sobrepuso y voló hasta el oro. Ahora, con su plaza para los Juegos Mundiales de la Juventud asegurada, se entrena en el circuito que le construyó su padre con material de obra.
«No llegaba en mi mejor momento»
El rider riojano Travis Asenjo ha vuelto a dejar su nombre grabado en lo más alto del panorama nacional del trial tras proclamarse campeón de España en la categoría Júnior. A sus 17 años, el ciclista de Logroño demostró una vez más por qué es uno de los mayores talentos emergentes de esta disciplina en nuestro país, superando adversidades físicas, rivales exigentes y condiciones duras para alzarse con un título que tiene un sabor muy especial.
Aunque el desenlace fue dorado, la competición no comenzó como Travis hubiera deseado. «Empecé la primera zona un poco mal, hice una pequeña liada», reconoce. Un fallo «tonto» en uno de los primeros pasos le impidió sumar muchos puntos de entrada, pero eso no le hizo bajar los brazos. «Luego pude ir remontando poco a poco y fui mejorando, sobre todo al tirarles a dos vueltas, y la segunda vuelta mejoré más y pude remontar».
En ese proceso de remontada, tuvo que medirse de cerca con el que considera su principal rival y segundo clasificado, el catalán Guillem Montoya, con el que protagonizó una lucha muy ajustada. «Nos quedamos a 20 puntos, andamos bastante apretados», explica Travis. A ello se sumaron las altas temperaturas, que complicaron aún más la prueba. «Hacía mucho calor, pero competía a las ocho y media, que era buena hora, y la temperatura era más cómoda que con la que tuvieron que correr a mediodía», comenta.
La medalla de oro cobra aún más valor al conocer las circunstancias con las que Travis llegó a la prueba. Una reciente lesión en el gemelo le había mantenido parado tres semanas, sin poder entrenar. «Tuve una pequeña ruptura de fibras y líquido, así que estuve sin entrenar nada. Solo pude entrenar bien las dos últimas semanas antes del campeonato», explica. A la bursitis poplítea en la parte trasera de la rodilla y al desgarro en el gemelo se le sumó una fuerte gastroenteritis que le dejó durante tres días sin comer.
Por ello, cuando cruzó la línea de meta y supo que era campeón de España, la emoción fue indescriptible. «Estoy muy contento, sobre todo porque no sabía si me iba a dar. Sabía que estaba siendo más difícil de lo normal, no llegaba en mi mejor momento así que la victoria supo mejor», afirma. Una recompensa que resarcía el esfuerzo físico, la presión y la incertidumbre que arrastraba.
El rider riojano, pese a su corta edad, ya se ha convertido en un referente para las nuevas generaciones del trial, dentro y fuera de nuestras fronteras. Y este emocionante camino comenzó casi antes de aprender a andar. «En mi casa siempre ha habido bicicletas porque mi padre ha hecho trial toda la vida; es más, casi que aprendí antes a montar en bici que a andar», recuerda.
El vínculo con el ciclismo es casi genético. Su padre, ahora también su entrenador, fue su primer guía. «Empezamos bajando bordillos hasta que a los seis años vimos que podíamos hacer cosas grandes», cuenta. Desde entonces, su palmarés no ha hecho más que crecer: tres oros en los Juegos Mundiales de la Juventud, cinco triunfos y una plata en la Copa de España, y cuatro títulos nacionales en Júnior, a pesar de ser aún cadete. El logro más destacado llegó el año pasado, cuando se coronó campeón del mundo en Abu Dabi, superando a rivales de más edad y experiencia.
La agenda de Travis no da respiro. Su próximo gran objetivo es la Copa del Mundo en Polonia, que se celebrará el 3 de agosto. Después, en septiembre, le espera el Campeonato de Europa y, en noviembre, el Mundial, su cita más importante del año. «Ahora en verano toca seguir entrenando y competir en lo que se pueda. Como he estado parado por la lesión, ahora no hay descanso», asegura con determinación.
Con humildad, constancia y una madurez impropia de su edad, Travis Asenjo se sigue abriendo camino en el mundo del trial, sin dejar de lado sus raíces riojanas ni perder de vista el horizonte internacional que ya empieza a conquistar.
«Empecé con la moto y no sabía nada»
Con apenas 3 años, Oier Sánchez descubrió el bike trial y desde entonces no se ha bajado de su bicicleta. Ahora, con 9 años, esta joven promesa ha ido poco a poco superándose y dando cada vez más de sí mismo. Prueba de ello ha sido el Campeonato de España donde se ha proclamado campeón en la categoría Principiante, logrando de esta manera clasificarse para los Juegos Mundiales de la Juventud que tendrán lugar del 25 al 27 de julio en Vic, Barcelona.
«Yo empecé con la moto y uno de los entrenadores del circuito me dijo 'tú tienes mucho control, por qué no pruebas con la bici'», explica el joven calceatense sobre sus orígenes en este deporte. «Nosotros no sabíamos nada sobre el trial, teníamos total desconocimiento pero nos hicimos con una bici y poco a poco, como vimos que se le daba bien, seguimos con este deporte», continúa su padre, Luismi Sánchez, quien es su principal entrenador. Oier destaca que lo que más le atrajo de este deporte era «el equilibrio, practicar las enganchadas, las picadas, todo un poco».
Luismi posee una empresa de excavaciones en Santo Domingo y gracias a ese material le ha construido un circuito muy completo donde practica cinco días a la semana. Además, Oier también entrena en Vitoria y Estella donde puede acudir a escuelas con entrenadores especializados en este deporte. «Prácticamente vamos un día a la semana a Vitoria y otra semana a Estella, que también nos pilla a una horita, y ahí es donde solemos aprender con algún entrenador o alguna persona más dedicada a este deporte porque aquí en La Rioja solo hay otro piloto que es Travis, y no hay ni escuelas ni prácticamente sitios para entrenar», comenta Luismi, que también se forma de la mano de los entrenadores para después poder seguir con la preparación.
«Ahí es donde se avanza mucho, porque claro, son ya mayores y llevan muchos años en este deporte. Ellos ven ese puntito desde donde avanzar, para enseñarle técnicas diferentes y ahí es donde podemos avanzar muchísimo», continúa Luismi.
De esta manera, Oier ha competido este año en cuatro carreras de Copa, donde se encontraba segundo en la clasificación, más el Campeonato de España, en el que consiguió esa primera plaza con 530 puntos que le colocaron finalmente en el primer puesto. Sin embargo, no lo tuvo tan fácil, y es que en este deporte las caídas están a la orden del día, como le sucedió nada más empezar el Campeonato: «Me asustó ver a la ambulancia y tuve un bajón de tensión», recuerda Oier, que tuvo un golpe en la rodilla con el pedal del que todavía le queda una pequeña cicatriz. Pero, afortunadamente, solo quedó en un susto que no le impidió arrasar en la competición.
Ahora, a falta de unos días para viajar a Vic, padre e hijo continúan con los entrenamientos sin llegar a forzarse: «Unos chicos que estuvieron el año pasado me han dicho que no vaya muy cansado y que no arriesgue mucho en las zonas peligrosas para que no me caiga», explica Oier. Por ello, ahora realizan ejercicios cortos pero muy intensos, replicando lo que se pueden encontrar en el Mundial llamado '2025 Trials World Youth Games'. De esta manera, Oier optará a dos medallas: una individual, donde se enfrentará a jóvenes de todo el mundo; y otra por equipos, formado por un niño de la U10 (a la que pertenece Oier), U12, U14, y U16; y una niña de la U10, U13 y U16.
Por ello, este calceatense se ha mostrado «muy emocionado» por esta competición aunque, como comenta su padre, «se suele poner un poco nervioso en las carreras». Aun así, Oier tiene clara su posición: «Primero». Así como también tiene clara su continuidad en este deporte al que le gustaría que hubiera más practicantes. «Nos encantaría porque los entrenamientos se hacen muy aburridos. Al final es un deporte duro porque te tienes que desplazar y hay muy pocos niños, pero nos encantaría que hubiera más», explica Luismi.
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