El Ciudad de Logroño se sobrepone a la espesura

Comenzó muy acertado el Ciudad de Logroño, con una defensa agresiva sobre la primera línea del conjunto cordobés. Con Roly Uríos y Thiago Ponciano en alerta, los locales enmarañaron sus ataques. Y cuando no era la defensa era Kristof Palasics el que abortaba los intentos de un Puente Genil que rápidamente se vio abajo en el marcador.

Porque pese a fallar varios lanzamientos en el inicio, el Ciudad de Logroño hicieron daño al contraataque en esos primeros minutos, rompiendo el ritmo lento que quería imponer un Ángel Ximénez con muchas bajas en su plantilla. Así las cosas, gracias un gol en réplica de Xavi Tuà, el equipo franjivino se puso al frente 1-5 al décimo minuto de juego, lo que obligó al técnico local Paco Bustos a solicitar su primer tiempo muerto.

Abrió su defensa el Puente Genil y el BM Logroño se atascó un poco. Era superior a su rival, pero vio cómo el bloque cordobés limaba las diferencias (4-5, minuto 13). No estaba cómodo el cuadro riojano en el Miguel Salas. Encima, Palasics dejó de tener la efectividad de antes y el Puente Genil volvió a imponer un partido con ataques largos y con pocos goles.

Intentó sacudirse la modorra el Ciudad de Logroño y logró estirar nuevamente el hueco (7-11), pero nuevamente cayó en la trampa de los hombres de paco Bustos, que sabe perfectamente jugar en el lodo. No por nada el pontanés es séptimo en la clasificación. Aizén castigó a Palasics desde el exterior y el Puente Genil se acercó poco antes del descanso (10-12).

Se antojaba otro partido de sufrimiento para la segunda parte, sobre todo cuando el Puente Genil apretó aún más las cosas e incluso tuvo varios balones para empatar el encuentro. Xoan Ledo, héroe en Cuenca, reemplazó a un Palasics que perdió efectividad con el paso de los minutos y tampoco mejoró el Ciudad de Logroño, demasiado atascado en tareas ofensivas y cometiendo burdos errores como una exclusión de Zaja por empujar con fuerza a Tincho Jung. Velasco tuvo que llamar al orden a los suyos y el choque cogió otro color.

Porque la defensa jugaba un partido diferente. Roly Uríos se hizo con la jefatura de la retaguardia y el Logroño empezó a robar balones y el equipo pudo correr, algo que acabó liquidando a un conjunto local muy justo de efectivos.

Al final, el conjunto dirigido por Velasco se sacudió el atasco para gritar una victoria, una de prestigio en una pista en la que solo tres equipos habían podido ganar esta temporada. Un triunfo que acerca a los riojanos, que han conseguido cuatro puntos consecutivos en pistas tan complicadas como la del Puente Genil y Cuenca, a Europa. Solo falta rematar la faena en casa, empezando por el Benidorm.