El último invitado busca una mejora

El ADBA Avilés fue el último equipo en lograr el pase para la fase de ascenso a Liga Femenina. Con nueve derrotas durante la liga regular, las asturianas llegan a Logroño, a priori, como el invitado a participar en una fiesta a la que no habían acudido desde el 2007. Ayer, en Lobete, demostraron estar a años luz de los conjuntos favoritos, como el Universitario de Ferrol. Y, sin embargo, nadie quiere relajarse ante las avilesinas. Mucho menos el Campus Promete, que se mide a ellas hoy a las 20.30 horas.

El técnico del conjunto riojano, Luis Birigay, es claro al definir los objetivos del ADBA: «Vienen a Logroño a dar la sorpresa y tenemos que evitar ser nosotros los que la suframos». No se fía de lo que pueden dar de sí las jugadoras de Yolanda Míjares.

Las de Avilés tienen tres claros referentes. El primero es Anna Boleda. La alero, de 32 años, es una veterana en Liga Femenina 2 (donde ya ha disputado encuentros contra el Promete, cuando militaba en el Ibiza) y es capaz de resolver los partidos con su capacidad anotadora. Sin embargo, ayer sufrió un mal día y se fue a los vestuarios con una valoración de 13 puntos negativos, con tres tiros anotados de 19 intentos (1 de 10 en triples). Su capacidad de recuperación será clave.

Además, destacan en el rival de hoy del Campus Promete Débora Abreu y Pamela Moral. La primera, pívot, acumula cuatro temporadas en Avilés. Anota con facilidad y es la mejor reboteadora del equipo. El curso pasado se compenetraba en el puesto con Amina Njonkou, actual jugadora del Promete, por lo que la camerunesa conoce de sobra qué tiene que hacer para frenarla hoy. La otra jugadora referente entre las avilesinas es Pamela Moral, una alero con buena muñeca y muy peligrosa con espacio y tiempo para pensar. Con menos centímetros que otros conjuntos de la fase de ascenso, el juego exterior puede resultar clave para las de Míjares.

También Lara Fernández, una ala-pívot criada en el Oviedo, cuenta con un papel cada vez más importante en la plantilla del ADBA. Ha resuelto varios partidos durante la temporada en los últimos minutos y cuenta con suficiente temple y calidad como para llevar las riendas del choque cuando éste se complica.

La plantilla la cierran muchas jugadoras jóvenes que han hecho del trabajo y el sacrificio la base de su éxito. Para ellas, llegar a la fase final ha sido el premio a una complicada temporada, pero confían en poner el broche de oro clasificándose para las semifinales para lo que necesitan hoy un triunfo ante un Promete lleno de moral tras su gran papel ayer.