Dieta rápida en verano, ni hablar
Los gurús de la navegación virtual saben que este mundo ultrarrápido que vivimos genera una ansiedad devoradora. Lo queremos todo ya. 'A un golpe de ... click', como les gusta decir a ellos. Pero eso en salud, en nutrición, en la vida real no funciona. No hay meta que se logre sin esfuerzo, sólo con desearla. A los magos de la cosa virtual lo único que les interesa es que usted, que está fantástica, pinche el banner donde pone dieta rápida del cucurucho. Da igual que usted no adelgace o que se devore las uñas de ansiedad. Como si se pone mala. El asunto es que engorde su cuenta corriente. ¡La suya no, la de ellos! Al menos una de cada tres piezas sobre salud en internet son falsas. En verano, muchas más, la mayoría sobre milagros relacionados con la dieta.
La red está llena de 'dietas tendencia', que deberían llamarse así por lo tendencioso de sus promotores. Una tontería bien presentada, colocada en la plataforma adecuada y a la hora oportuna se pone de moda. La querencia humana por creernos lo que nos gusta y no plantearnos dos veces quién dice qué hace el resto. «Toda la vida ha habido embaucadores que venden a la gente lo que haga falta diciéndole lo que quiere oír», explica la nutricionista y farmacéutica Marian García, del equipo de Salud sin Bulos, un grupo de profesionales de la salud y el periodismo que se dedica a desmontar las patrañas sanitarias. «Y así, con sus modos de charlatanes, nos hacen creer que es mejor comer quinoa que un plato de lentejas».
Por probar sí que se pierde
Ahora que el que no está ya de vacaciones las coge mañana, los villanos de la red de redes saben que hay muchísima gente dispuesta a lo que sea por dejar de verse esos michelines que no tiene. Por lograr una figura que nunca ha tenido y un cuerpo que no existe. El internauta (una palabra que me resulta muy graciosa, porque me imagino a un tipo con escafandra delante del ordenador) cree que no pierde nada por leer y menos por probar. Y sí que pierde. Pierde salud y pierde el tiempo. Y entre tanto el gurú hace caja. ¡Klin, klon!
El médico nutricionista Javier Aranceta recuerda que la única dieta que realmente se ha demostrado eficaz y saludable es la mediterránea. Desengáñese. No va a conseguir estilizar su figura para el próximo fin de semana ni el siguiente. La idea es comer de todo, frutas y verduras; y pescado más que carne, preferiblemente blanca. El resto vendrá solo. El experto ha elaborado para Jantour una lista de los grandes éxitos en 'dietas timo'. Seguro que siente que le falta alguna, pero si lo piensa bien, de una manera u otra están todas.
–Disociadas: permiten comer todo tipo de alimentos, nunca mezclados entre sí. «Complican la existencia, dejan de funcionar y acaban cansando».
–Excluyentes: suprimen algún grupo alimentario, «un error de partida»
–Hipocalóricas: consisten en reducir la ingesta energética con productos bajos en calorías y tomando cápsulas saciantes. De enorme riesgo de 'efecto rebote'.
–Ricas en proteínas: y bajas en azúcares y grasas. Modifican el metabolismo y sobrecargan el hígado y los riñones
–Cetogénicas: abundante proteína y grasa; y sin hidratos de carbono. Desaconsejadas contra la obesidad y el sobrepeso.
–Del grupo sanguíneo: el grupo sanguíneo delimita el tipo de alimentos que se puede tomar. Sin comentarios.
–De Montignac: basada en la restricción de los hidratos de carbono de absorción rápida. Del estilo de la famosa 'dieta Dunkan'. Exceso de proteínas. Huya.
–De la zona: dieta de alto contenido en proteínas y grasas. Requieren la toma permanente de suplementos dietéticos.
«Las dietas milagro son peligrosas para la salud porque favorecen los desequilibrios nutricionales y son insostenibles», recuerda el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas y Nutricionistas.
¡Es lo que hay! Disfrute del verano y de su mesa. El día de hoy no volverá mañana.
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