«En Santander viví momentos maravillosos y de una emoción interior tremenda»
Urdiales muestra su satisfacción por el éxito cosechado el lunes en la capital cántabra y se reconoce «admirado y respetado» en el norte
Mientras España se achicharraba en medio de una ola de calor interminable –a la que hay que sumar los incendios que están destruyendo miles de ... hectáreas a velocidades de vértigo–, en Santander se producía en la tarde de este lunes una especie de oasis perfecto. Los termómetros desplomados y el tiempo corriendo lento al ritmo del toreo, como si la vida no fuese la misma en su día grande de Santiago. El coso de Cuatro Caminos fue el escenario al que Diego Urdiales regresó para después con su tauromaquia cara y a la que recurren los aficionados más sibaritas hacer suya esta bella plaza del norte. Sin artificios y directo llegó al corazón con dos faenas impregnadas de torería y magisterio.
– ¿Cómo se siente tras cortar dos orejas y salir a hombros?
– Feliz por haber podido vivir una tarde tan bonita en una plaza importante como es la de Santander, en una feria que es maravillosa y en la que siempre apetece torear. Me siento muy querido, admirado y respetado en el norte.
«Era necesaria para reafirmarme a mí mismo el momento en el que me encuentro»
PUERTA GRANDE
«Busco que las faenas sean lo más intensas posibles y reducidas a cuantos menos muletazos mejor»
SENTIMIENTO
– Por fin, una gran tarde que se materializa en puerta grande. ¿Le sirve a uno como combustible?
– Era necesaria para reafirmarme a mí mismo el momento en el que me encuentro. Llevo una temporada en la que las sensaciones que estoy percibiendo desde el principio son buenas, pero el toreo es una profesión en la que el toro tiene que ayudar para poder crear y no siempre sucede así.
– A las faenas les faltó continuidad por la condición de los toros de Juan Pedro Domecq, pero tuvieron un empaque extraordinario por la forma con la que citaba, por el embroque, el andar delante de la cara del toro... ¿Siente que ha alcanzado plena madurez?
– He alcanzado cosas que ni me atrevía a soñar. En Santander, por ejemplo, viví momentos maravillosos y de una emoción interior tremenda. Esa madurez, con el tiempo, uno la va alcanzando, pero siempre quiere más, cada vez quiere sentir el toreo más despacio, más profundo, y esa es la búsqueda que un torero lleva durante toda su vida.
– ¿Puede Diego Urdiales torear mejor?
– La verdad es que cuando alcanzas ese nivel de toreo es difícil superarse; lo que busco ahora es sentir el toreo más tiempo, conocer más los movimientos de un toro, los matices con los que puedes lograr que ese toreo sea cada vez más eterno. Que las faenas sean lo más intensas posibles y reducidas a cuantos menos muletazos mejor.
– La faena a su segundo toro la inició en los medios, sin probaturas ni preámbulos. Algo que no es habitual verle hacer. ¿Qué le vio al toro?
– Sabía que no me iba a durar mucho y en ese momento sentí que me tenía que poner directamente con él a torear. Y así me surgió y lo hice.
– ¿Cómo se encuentra de la lesión de Valencia?
– Ahí sigue. Quizás, a final de temporada, me tenga que plantear la posibilidad de pasar por el quirófano, porque tener dolores todos los días no es agradable. Pero, por el momento, voy tirando con ellos.
– La plaza de Bilbao la gestionan los mismos empresarios que la de Logroño. Fuera de los carteles bilbaínos, ¿cómo van las negociaciones para San Mateo?
– Ahora mismo, mi apoderado está en conversaciones con la empresa y no tengo nada claro de qué va pasar. Siguen hablando.
– ¿Qué otros compromisos tiene por delante?
– En agosto, el día 11 toreo en Huesca, el 14 en El Espinar, el día 15 en Alfaro, el 30 en Colmenar Viejo, y ya en septiembre, el día 3 iré a Medina del Campo, el 8 a Santoña, y el día 10 haré el paseíllo en Valladolid. Además, también está la posibilidad de ir a Zaragoza y a la Feria de Otoño de Madrid.
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