Navarrete moldea barro, oficio y arte
NACE ·
La XVI Feria de Alfarería y Cerámica reúne a cuarenta creadores de todo el país en una cita de referencia que consolida el auge de la profesiónDurante tres días Navarrete muestra su apego a la tierra y a lo que mejor sabe hacer con ella:barro y pueblo. Este fin de semana la Feria de Alfarería y Cerámica NACE convierte a la localidad riojana en referencia internacional con cuarenta profesionales de toda España, diez de ellos riojanos, y representantes de Portugal y Francia. Igual que se mezclan el agua y la arcilla, esta décimo sexta edición aúna tradición y modernidad en un programa repleto de actividades en torno a este viejo oficio artesano que experimenta un auge de creatividad en nuestros días. Lo funcional y lo artístico cocidos en un mismo fuego.
«Navarrete es una de las ferias más importantes de toda España y desde hace años viene gente de todo el país», afirma Toño Naharro, uno de los profesionales locales que más está contribuyendo a renovar este mundo. Tamara Mendaza, discípula suya, garantiza el relevo generacional desde el convencimiento de que «la cerámica ahora se enfoca con una nueva mirada». Y un viejo colega, el segoviano Juan Carlos Martín, el último alfarero en activo en su tierra, asegura que ha visto «evolucionar y crecer esta feria a lo largo de los años hasta convertirse en lo que es hoy, el sitio donde quieren estar todos los que se dedican a esto».
Navarrete está estrechamente unido a la alfarería desde hace siglos. Hace cincuenta años el setenta por ciento de su población se dedicaba directa o indirectamente a la cerámica. Alfareros –u olleros–, pero también sobadores, aguadores, comerciantes, leñeros… cantidad de gremios vivían a partir de una materia prima: el barro. La arcilla de mejor calidad se encontraba en el cerro Tedeón, donde se concentraban las antiguas ollerías. En la actualidad muchas alfarerías se han trasladado a las partes bajas del municipio, más próximas a la carretera.
La feria, en cambio, ocupa el centro del pueblo. Representantes del Ayuntamiento y del Gobierno la inauguraron este viernes, coincidiendo con al festividad de 'las santitas', santa Justa y santa Rufina, dos sevillanas mártires cristianas del siglo III convertidas en patronas del gremio porque su familia se dedicaba al oficio y ellas se negaron a participar en una ceremonia pagana. La monumental iglesia de la Asunción, donde tienen capilla y relicarios, se alza sobre los puestos repartidos en los tres niveles de las plazas Mayor, de las Pilas y Donantes.
Allí muestran sus artículos, de todos los estilos, formas y colores, artesanos de Moveros (Zamora), Puente del Arzobispo (Toledo), Salvatierra de los Barros (Badajoz), Ameal (Coimbra), Fresno de Cantespino (Segovia), Terradillo Salamanca), Cabezón de la Sal (Cantabria), Poyales del Hoyo (Ávila), Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), Barbero de la Cistérniga (Valladolid), Abioncillo de Calatañazor (Soria), Muros (Coruña), Finolledo (León)o Bermeo (Vizcaya), entre otros muchos, incluidos los riojanos Filigranaart, La Casa de las Arañas, Ana Belén García, La Plazuela de Barriocepo, Tamara Mendaza, Marta Berra, Libertad Pertierra (de Logroño), Gaia (de Nalda) y el navarreteño Toño Naharro.
'Conectando procesos'
La alfarería de este último puede visitarse durante la jornada del sábado. Es una de las muchas actividades complementarias del programa, que incluye talleres, clases magistrales, charlas, proyecciones de cine, rutas teatralizadas, conciertos y, por supuesto, degustaciones gastronómicas.
Desde 2009, NACE ha ido aumentando su oferta turística en torno a la alfarería con multitud de actividades paralelas. Es una de las ferias alfareras de mayor relevancia de ámbito nacional, pero también un atractivo para cientos de visitantes que pasarán por Navarrete hasta el domingo
La exposición 'Conectando procesos' es otro de los platos fuertes. El artista invitado es el mencionado Juan Carlos Martín junto con un grupo de creadores en torno a Naharro. Entre unos y otros, la muestra indaga en los diferentes procesos creativos del pasado y del presente transfiriendo información, ya sea antigua o nueva, pero siempre fresca. Como el agua de un botijo.