Carlos Núñez | Músico
«La música celta es una ventana de libertad»El gaitero gallego regresa al Bretón con su gira 'Celtic Sea', alma de marinero y una vitalista reivindicación de la tradición y la naturaleza
Viene de cerrar en Nueva York la parte norteamericana de su gira 'Celtic Sea. La travesía'. Antes actuó en Dublín, Glasgow, Normandía, Bretaña, Lorient... Ahora ... regresa al Bretón de Logroño (a las 20.00 horas), donde no falta cada dos o tres años. Carlos Núñez (Vigo, 1971) es uno de los músicos españoles más internacionales. Desde que lo descubrieron los legendarios Chieftains siendo casi un niño no ha parado de recorrer el mundo tocando, aprendiendo y enseñando. Además de gran gaitero y flautista, es un musicólogo apasionado de la tradición celta y de su apego a la naturaleza. Ambas cosas forman parte de una filosofía de vida que reivindica haciendo música.
– Qué gusto que sea tan fiel a Logroño.
– Para mí tocar en La Rioja es como conectar el Atlántico y el Mediterráneo. Creo que es un buen punto de encuentro de energías.
El concierto
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'Celtic Sea' gira 'La travesía' de Carlos Núñez.
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Músicos Carlos Núñez (gaitas, flautas y ocarinas), Xurxo Núñez (percusión), Pancho Álvarez (guitarra atlántica y fídula), John Piltazke (violín, voz y 'step dancer'), María Sánchez (violín y voz), Itsaso Elizagoien (trikitixa) e invitados.
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Teatro Bretón 20.00 horas.
– ¿Cómo va a ser el concierto?
– Habrá invitados y muchas sorpresas. Haremos una buena fiesta, como siempre, ¿no?
– ¿Habrá participación local?
– Sí, siempre. Los gaiteros siempre responden. En Chicago toqué con la banda de gaiteros de la policía y me obsequiaron con una placa de agente. Nunca más necesité enseñar el pasaporte (risas). Los gaiteros del mundo sienten que tienen una misión y nos unimos entre nosotros. Aquí contaré de nuevo con la colaboración de Pablo Aguiriano, entre otros, que está recuperando gaitas tradicionales de La Rioja [la gaita de bota]. Y mi violinista habitual John Pilatzke ha estado aprendiendo tonadas riojanas tradicionales. Pero habrá más cosas que ya se verán...
– Además de músico es un gran estudioso de la musicología. ¿Le da tiempo a investigar en sus viajes?
– Sí, piensa en la música como en un corazón: sístole y diástole, energía expansiva y recogimiento. Para mí es superimportante el estudio y el análisis. Viajar y poder conocer gente es uno de los grandes privilegios de este estilo de vida que tengo desde jovencito. No hay nada como viajar y vivir la experiencia. Los conciertos son la puerta a ello. Lo difícil es sobrevivir al agotamiento, pero es tanta la ilusión y la energía que recibes... También el público ayuda mucho. Es algo mágico, esa transmisión de energía es maravillosa.
– Tiene usted alma de marinero y de explorador.
– Es posible. De los marineros aprendes que para llegar a un destino, a un imaginario, un sueño, una estrella que te guía, el camino a veces no es la línea recta. En el mar hay que saber ir navegando. Me identifico con eso.
«Tocar en La Rioja es como conectar el Atlántico y el Mediterráneo. Creo que es un buen punto de encuentro de energías»
– ¿Cómo es 'Celtic Sea'?
– Es un viaje en el tiempo y en el espacio a través de los países de la costa céltica, incluido el norte de España, con música e instrumentos de diferentes épocas.
– El encargo de Brittany Ferries parece algo más que un patrocinio.
– Es mucho más. Brittany Ferries son estos barcos que cruzan desde Irlanda, Reino Unido, Francia y vienen a las costas de España. Empezaron hace cincuenta años transportando la mercancía de los agricultores de Bretaña y enseguida se dedicaron al transporte de personas; tres millones a día de hoy. Claro, esos barcos han tenido mucha influencia en el intercambio de la cultura celta. La compañía me pidió un himno, una sinfonía, y es eso 'Celtic Sea'.
– Hay una gran lección intercultural en la música celta, algo que se llevaron en sus corazones tantos emigrantes a América, donde se mezcló con otras influencias.
– Totalmente. El rock y el pop, por ejemplo, tienen un elemento afro muy importante y un elemento celta muy importante.
«Nuestra filosofía ha sido grabar todos juntos de forma acústica. Una reivindicación de la magia humana»
– Es un disco intergeneracional, con colaboradores de muy diferentes edades, lo que es una característica de la música celta.
– Es cierto, hemos tenido artistas invitados desde maestros de la música tradicional con ochenta años hasta jovencísimos de veinte aportando todo su conocimiento de la electrónica y los 'computers'. Y nuestra filosofía ha sido la de grabar todos juntos de manera acústica. Hemos buscado esa parte absolutamente humana que es algo tan céltico, sí. Músicos de verdad tocando juntos. Y se nota; esa magia es imposible de sustituir. Ha sido una reivindicación de la magia humana.
– Eso es algo que no puede hacer la inteligencia artificial.
– Ni la inteligencia artificial ni multipistas ni ninguna otra tecnología. En los últimos años he estudiado mucho y he hablado con muchos científicos para escribir el libro 'La hermandad de los celtas' y he aprendido de ellos que las tecnologías nuevas van llegando y aportando nuevas posibilidades pero nunca terminan de matar la tecnología anterior.
– A mí me parece tecnológicamente insuperable la simplicidad de una flauta, una sencilla caña con agujeros a través de la que el aliento humano se convierte en música.
– Es hermoso. Piensa que a lo mejor tenemos flautas y gaitas así, en China o en La Rioja, desde hace más de treinta mil años. Hoy tenemos una tecnología mucho más compleja pero la base de la música no ha cambiado nada porque se basa en las mismas leyes de la naturaleza del sonido de siempre. Es fascinante. El hombre de las cavernas ya conocía la 'reverb'.
«No somos simples números controlados por internet, aún podemos conectar con la naturaleza y la tradición»
– Tiene algo simbólico pensar en la música como en un viaje.
– Ese es uno de los conceptos del disco. La gente va a emprender un viaje hacia territorios superinteresantes y no tan conocidos: las Isla de Man, Cornualles, Gales... y por supuesto Escocia, Irlanda, Bretaña, toda la costa norte de España y también el interior.
– Habla usted del mundo intercéltico, pero me pregunto si hay algún lugar del planeta al que no haya llegado la música celta y su influencia.
– La cultura celta cultiva sabidurías, formas de vivir, filosofía... sistemas anteriores a los que se imponen, a los que mandan. ¿De verdad el Imperio Romano borró todo lo anterior o hemos sabido guardar cosas anteriores? Yo creo que sí. Ahora pasa igual. Cuando las personas tienen la oportunidad de convivir con la naturaleza suceden cosas. Cuando convives con la tradición suceden cosas que van más allá del sistema, del estándar. Hay cierto romanticismo en esto, pero es así. Y eso sucede en todo el planeta.
– Como una forma de resistencia, como una escapatoria.
– La música celta es una ventana de libertad que te abre la posibilidad a sentir cosas y a conectar con la naturaleza de una forma que la vida urbana te restringe. Para mí el mundo celta es sinónimo de libertad, de viaje, de aventura. No somos simples números controlados por internet, aún tenemos la oportunidad de conectar con nuestras grandes cómplices, la naturaleza y la tradición. Las cosas más importantes se siguen diciendo oralmente, como 'te quiero'.
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