Pañuelo, cohete y a gozar

La glorieta de Quintiliano estaba ya pletórica. «A mis 86 años y todavía no lo había visto desde el balcón», decía el abuelo del concejal de Juventud, Iván Jiménez, mostrando tanta ilusión por ser testigo del inicio de los festejos desde unas vistas privilegiadas como la que derrochaban los miles de jóvenes que se agolpaban abajo bañados en calimocho. Todo un clásico del chupinazo, en el que se ha 'importado' otra costumbre reprobable entre parte de la juventud. Y es que lo de insultar a cualquier presidente del Gobierno, en este caso a Pedro Sánchez, al grito de hijo de puta, ni va a cuento con el inicio de las fiestas ni se debería consentir.

Ayer los cánticos tomaron incluso más fuerza y se escucharon hasta en el desfile de peñas entre una parte de la juventud, a la que por cierto la alcaldesa quiso dedicar los festejos. Porque «sois el alma y la vida de nuestra ciudad», aseguraba la regidora antes de encender el cohete y de que la Morocha, uno de los 'hit' de este verano, pusiese a todo el mundo a bailar.

Pero para 'hit' la camiseta que para la ocasión lucía este año la concejala de Festejos, Raquel Moral, con las imágenes de la reina y el rey de las fiestas, junto con el resto de damas y caballeros. La prenda se sumaba al original 'outfit' de la 'mandamás' en estas celebraciones, que desde que es responsables de las mismas en lugar de la camisa de su peña luce otra con los colores de todos los colectivos festeros.

Tras el chupinazo, las peñas, con sus carrozas y charangas, enfilaron la calle Mártires para llegar hasta la plaza del Raso al ritmo de los clásicos de las fiestas. 'Oliver, Benji', 'Lo, lo lo, lo, lo'... se hicieron 'virales' en el desfile, que vivía su momento de máximo apogeo con el himno de las fiestas: el 'Chorra, tu eres Calahorra', debajo de la pancarta de la calle Grande. Un cartel icónico, que este año se ha renovado gracias a la peña El Sol y Carrocerías Maturana.

Por otro lado, los festejos, como se pudo ver ayer, cuentan con importante despliegue de seguridad, reforzado aún más tras la detención de cuatro jóvenes días atrás con motivo de una agresión en el ocio nocturno. Así, el chupianzo estuvo custodiado por agentes especializados de la Guardia Civi y Policía Local, con el apoyo de Protección Civil. Según el Ayuntamiento, unas 6.000 personas asistieron al chupinazo, en el que no hubo robos de carteras ni de teléfonos móviles.