«El Camino comienza donde se mira hacia Santiago»

– Tras la batalla de Clavijo, el rey Ramiro I instituyó en Calahorra el Voto de Santiago. Esta es una de las principales referencias jacobeas de Calahorra. ¿Pero qué se puede encontrar en el archivo de la catedral de Santiago sobre Calahorra y su diócesis?

– Lo fundamental, es la celebración de la fiesta del Clavijo en el siglo XVIII. Además del expediente en sí hay un par de cantorales en torno a ese oficio, que son muy hermosos y cuya composición viene a ser propuesta de una anterior obispo de Calahorra, que incluso propuso textos. Además, para cualquier medievalista el nombre de Albelda es tremendamente sugerente porque es un monasterio que recoge muchas tradiciones visigóticas. De hecho, hay varios códices visigóticos, como el albendense, que contienen muchas referencias antiguas que siguen siendo muy válidas, como por ejemplo la antigua fiesta de Santiago del 30 de diciembre, que quedó como la gran fiesta de la traslación del Apóstol. En ese monasterio de Albelda pernoctó uno de los primeros peregrinos conocidos, Gotescalco, obispo de Le Puy, y dejó a un escribano copiando un manuscrito allí. Es de una de las referencias más antiguas a la peregrinación.

– El interés por peregrinar a Santiago sigue perdurando durante siglos, aunque ahora también por otras motivaciones más allá de la religiosa. ¿A qué cree que se debe?

– Sobre todo a que ha habido cientos de personas, a lo largo del Camino, que han ayudado a redescubrirlo. En el comienzo de Galicia podemos a hablar de Elías Valiña, párroco de O Cebreiro. Además, hay muchísimas asociaciones, cofradías y laicos que abren sus puertas a la vera del Camino.

– El Camino del Norte ha sido desde siempre el de mayor auge, pero no hay que olvidar otras rutas como la del Ebro que pasa por Calahorra.

– El Camino, a fin de cuentas, comienza en el lugar en el que se mira hacia Santiago. El del Ebro mira hacia Zaragoza, hacia la Virgen del Pilar, lo que le convierte en un ruta impulsada por la virgen María.