El joven que acosó a una menor en Internet admite el chantaje y acepta 2 años de cárcel
El acusado, de 21 años, cumple condena en el centro penitenciario logroñés por un intento de agresión sexual, un delito que cometió antes de las coacciones por las que fue juzgado ayer
C. NEVOT
Viernes, 25 de noviembre 2011, 10:09
Esposado y flanqueado por dos policías nacionales entraba en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 2 de Logroño un joven de 21 años, acusado de chantajear sexualmente a una menor por Internet. Venía del centro penitenciario de Logroño, donde cumple condena por un delito anterior de agresión sexual en tentativa, cometido en abril del 2008. Ayer, el acusado se enfrentaba a una petición de nueve años de cárcel, pero un pacto de última hora entre la Fiscalía y la defensa atenuó la petición a dos años de prisión. La razón de esta sustancial rebaja de la petición de cárcel se encuentra en el pago de 5.500 euros que efectuó el acusado el pasado mes de mayo en concepto de responsabilidad civil. Las partes ven en este desembolso una atenuante muy cualificada y entienden que de este modo se ha resarcido parte del daño moral ocasionado a la menor.
De confirmar la juez la petición de dos años de cárcel, éstos se sumarán a los dos años a los que ya fue condenado por el mismo juzgado a principio del 2009. En aquella ocasión, se acordó la suspensión de la pena privativa de libertad con la condición, incumplida, de que no volviera a delinquir.
Ayer, en la vista de conformidad, celebrada a puerta cerrada, el acusado reconoció unos hechos que se desencadenaron a raíz de un correo electrónico que el joven, con una identidad ficticia, remitió a la víctima en agosto del 2008. En el mensaje amenazó a la menor, que entonces tenía 16 años, con divulgar entre la gente «todo lo que sabía» de ella si no admitía en el Messenger a la persona que se escondía tras el nick 'Sólo la venganza es mi pasión'. Este fue el primer eslabón de una cadena continua de chantajes primero económicos y después sexuales. Como la joven le decía que no tenía dinero él le exigía otra forma de pago, y le ordenó que se desnudara delante de la webcam, y si no lo hacía, «no la dejaría en paz», le advirtió. La víctima, según detalla el escrito de acusación pública, se quitó la ropa y, presionada por el procesado, comenzó a tocarse y masturbarse. La captura de esas primera imágenes le sirvieron para seguir chantajeando a la muchacha durante meses. «Si no haces lo que yo quiero, colgaré el vídeo en Youtube», sostenía el procesado.
Al mismo tiempo, la menor relataba lo que le estaba ocurriendo al acusado, a quien, desconociendo que era su agresor, tenía agregado en su Messenger con su nombre real. Además, durante ese tiempo, el acusado se hizo con la contraseña de un conocido de la adolescente, accedió a su cuenta y contactó con ella para reclamarle más dinero. También le exigió que mantuviera relaciones sexuales con él. La víctima, ante el temor de que su agresor colgara ese primer vídeo en Internet, conectó la webcam, se desnudó de cintura para arriba y se efectuó una serie de tocamientos.
Las amenazas en Internet continuaron hasta el 21 de noviembre de ese mismo año, aunque poco a poco, tras varios plantes de la joven al procesado, fueron creciendo de tono. «Hoy has faltado y eso tiene sus consecuencias»; «me voy a encargar personalmente de que tu vídeo lo vean esta noche varias personas», le decía.
A las diez de la mañana de aquel 21 de noviembre, la menor, acompañada de sus padres, denunció los hechos a la Guardia Civil. Las pesquisas efectuadas después por los agentes de la Benemérita les condujeron hasta el domicilio familiar del procesado en Logroño.