Cebollera, cementerio de pinos negros
Medio Ambiente asevera que no se trata de una corta ilegal y que se hizo para favorecer el hábitat de la perdiz pardilla y para prevenir incendios | Montañistas denuncian la tala de 50 coníferas de alto valor ecológico
PILAR HIDALGO
Lunes, 20 de diciembre 2010, 09:44
No era la estampa que esperaban contemplar. Un grupo de amigos, amantes de la naturaleza, se llevó una desagradable sorpresa hace escasos días durante un paseo por Hoyos de Iregua. La cuadrilla contabilizó hasta 50 pinos talados, la mayoría ejemplares de pino negro, entre las cumbres de Castillo de Vinuesa y pico Buey, en el término de Villoslada de Cameros.
«Se trata de un crimen medioambiental», destacan los excursionistas incidiendo en el alto valor ecológico de la masa de pino negro que existe en esta parte de sierra Cebollera. Y es que el área alberga una de las dos únicas manchas autóctonas de estos árboles que nacen en el interior de la Península Ibérica. Según describen estos amigos, «los tocones estaban tapados con ramas de los propios árboles que se encontraban tumbados en el lugar y por el número de anillos que se contabilizaba en la sección del tronco podrían contar con entre 40 y 70 años de edad». Opinan que tras este suceso se esconden intereses cinegéticos. «En este cordal hay varios puestos de caza de paloma. Y justo los pinos arrasados se sitúan en la parte de delante y en los laterales de estos puestos. Parece que han acabado con ellos para que los cazadores tengan mayor visibilidad», señalan.
Los informantes han denunciado la actuación ante el Seprona de la Guardia Civil y han comunicado los hechos a la Consejería de Turismo, Medio Ambiente y Política Territorial. Este departamento ha indicado a Diario LA RIOJA que la tala realizada «no es ilegal ni incumple ninguna norma ni del Plan de Ordenación de Recursos Naturales ni de monte de utilidad pública».
La Consejería apunta que la corta la efectuó el retén contra incendios de Villoslada el pasado septiembre y afectó a unos 30 pinos jóvenes silvestres, híbridos de pino silvestre, pinos negros y a algún pino negro de montaña, «que se encuentran en expansión en la zona, de forma que no compromete a la población de coníferas». Medio Ambiente asegura que esta medida se adoptó para «favorecer el hábitat de la perdiz pardilla, especie en peligro de extinción y presente en el área, y para prevenir incendios forestales».
