«Un escenario de violencia desatada desde el principio»

Durante el juicio, celebrado los pasados 1, 2 y 3 de febrero, los acusados se inculparon mutuamente del asesinato de Carmen Calderón y dejaron patentes las malas relaciones existentes entre ambos. De hecho, durante las tres sesiones, un agente de la Policía Nacional se situaba en medio de ambos y otros dos, a cada uno de los lados.

Precisamente, en una de las jornadas, Adrián Velasco, que la próxima semana se sentará de nuevo en el banquillo de los acusados por el crimen de 'el Sevi', aseguró que la idea original que contemplaba su plan era que Francisco Javier León, que practicaba artes marciales, ejecutara una técnica que provocara un episodio de pérdida de memoria a la víctima. Una tesis a la que la Audiencia Provincial, en su sentencia, dedica unas líneas. Asegura la sala que «es absurdo que los acusados dieran por seguro que la víctima no iba a recordar un hecho tan grave como haber sido objeto de un robo con violencia en su casa o que si recordaba y denunciaba a los acusados, los agentes no le iban a hacer caso.

El fallo, de 105 folios, se extiende en concretar que los dos acusados fueron los autores del hecho «fuere quien fuere quien lo materializó, ya fueran los dos, o uno solo de los acusados, pues es indudable que ambos estaban de acuerdo en ejecutar el robo con violencia y que esa violencia desplegada formaba parte precisamente de la que los acusados asumían utilizar para perpetrarlo». Destaca además el fallo, que descarta la atenuante de drogadicción, el «escenario de violencia desatada desde el principio y sin solución de continuidad».