Los saltos de agua más hermosos
Cascadas riojanas, conoce los saltos de agua más espectaculares y bellos de la región
Acostumbrados a los paisajes idílicos de las películas, las escenas bucólicas de los cuadros y el 'locus amoenus' de la literatura, parece que la naturaleza solo brinda tesoros de ensueño en lugares recónditos. Y no es así. ¿A quién no le han fascinado las imágenes de las cataratas del Niágara, Iguazú o Reichenbach? En La Rioja no gozamos de estas maravillas pero sí de hermanas menores, de bellos chorrones, saltos de agua y cubaldones.
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El mayor es el de Viguera, con más de 60 metros de caída libre de agua. Sobre la peña Puerta se produce un corte súbito que provoca la lluvia de agua dulce sobre una pequeña explanada desde donde parte el río de la Cueva, que desemboca en el Iregua. Para llegar al Chorrón de Viguera hay que presentarse en el pueblo por la N-111, atravesarlo y descender por la calle La Carrera hasta llegar a una cantera. Desde allí, una pequeña caminata en ascenso de apenas veinte minutos conduce a este paisaje sin par.
Los saltos
Los lugares
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Viguera: Chorrón del río de la Cueva.
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Nalda: Cubaldón de San Marcos.
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Santa Engracia del Jubera: Minas de plomo, barranco de San Martín y puente de Jubera.
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Cascada del río Cambrones.
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Matute: Salto del Agua.
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Pinillos: Barranco del río Seco.
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Baquedano (Navarra): Nacedero del Urederra.
La base sobre la que cae el agua a menudo la sobrevuelan los buitres. Es una zona húmeda, en la que el color verde ofrece múltiples tonalidades. Dependiendo de la época del año, como en todos los chorrones, el aspecto es diferente. En esta época cae poca agua y es posible acercarse con facilidad hasta debajo del chorro. En invierno y primavera el espectáculo es mayor porque el chorrón crece, aunque el acceso hasta la caída es más peligroso.
No muy lejos de allí existe otro salto de agua, no tan espectacular pero igual de hermoso. Además, en los dos casos se ha colocado recientemente una señalización que ayuda al senderista a encontrar esos rincones. El denominado 'Cubaldón de San Marcos' pertenece al río Torredano y se localiza en Nalda. El agua realiza un recorrido suntuoso entre varias formaciones rocosas y arboledas, desde la ermita de San Marcos hasta su desembocadura, también en el río Iregua.
Para llegar a este chorrón hay que atravesar todo el pueblo y comenzar el camino junto a la ermita de Nuestra Sra. de Villavieja. Muy cerca se encuentran las ruinas del convento de San Antonio que, pese a su deterioro, también merece la pena visitar. El paseo dura aproximadamente una hora y es sencillo, aunque es posible ampliarlo y elevar su dificultad completando un recorrido circular. Las filtraciones crean una cortina de agua de varios metros acompañada de musgos y helechos. Contrasta que, justo en frente, el mismo barranco ofrece una pared seca donde se practica la escalada.
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En Santa Engracia de Jubera encontramos tres saltos de agua, aunque en estos casos hay que apreciarlos con cierta distancia. Uno está en uno de los recovecos de las abandonadas minas de plomo, otro es el de San Martín que forma un barranco y otro se encuentra bajo el puente de acceso a la aldea de Jubera. Para verlos es necesario acercarse al valle por la LR-261.
En Matute existe una preciosa ruta llamada 'Senda del Salto del Agua' que, a lo largo de tres kilómetros, transcurre en paralelo al arroyo Rigüelos. En menos de una hora la marcha conduce hasta un paraje llamado Fuente de la Salud, entre Tobía y Anguiano, con pequeñas cascadas.
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El último salto del Barranco Seco y una cascada del pico Urdaña son el segundo y tercer salto de agua más grande de La Rioja, respectivamente. El del río Seco, de unos 40 metros, se encuentra en Pinillos, mientras que el de Urdaña son unos veinticinco metros con mucho caudal del río Cambrones, cerca de Mansilla de la Sierra. La práctica del barranquismo también ha dado a conocer otros saltos de agua riojanos, óptimos para este deporte de riesgo.
Los barrancos del cañón del Leza, Pedroso y el Llano de la Casa. Este último, en plena Sierra de la Demanda, cerca de Posadas, tiene una longitud de veinte metros. En invierno, y en el deshielo de primavera, otro barrancos secos en verano recobran vida, como el del Bocino de Brieva, el Chorrón de Arnedillo o el Colorado en Daroca. También el río Urbión cuenta con bonitas cascadas, accesibles desde un sendero que nace entre Viniegra de Arriba y de Abajo, en plena LR-333.
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