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Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) de noviembre. JESÚS HELLÍN / EP
Los obispos denuncian que las leyes sobre derechos civiles «abonan la crisis de la democracia»

Los obispos denuncian que las leyes sobre derechos civiles «abonan la crisis de la democracia»

La Iglesia atribuye a «poderosos organismos financieros globales» la imposición de normas sobre el aborto, los trans, el divorcio o eutanasia

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Viernes, 13 de enero 2023, 14:15

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La Conferencia Episcopal dio a conocer este viernes un documento en el que disecciona la sociedad española desde «la fe a Dios y la perspectiva del bien común». En el escrito, de unas cien páginas, los obispos condenan el aborto, el divorcio, el matrimonio homosexual, la experimentación con embriones humanos, la gestación subrogada y la transexualidad, entre otros fenómenos, impuestos por «poderosos organismos financieros globales». El texto fue aprobado en la anterior asamblea plenaria de la jerarquía católica y hace un amplio estudio de los cambios legislativos propiciados por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos años, que estima contrarios «a la razón, a la naturaleza y a la vida».

El paquete legislativo del Ejecutivo en materias de nuevos derechos civiles (ley trans, de familias, eutanasia) deteriora la democracia al cuestionar el bien común. «Toda esta situación se produce en un ambiente de polarización política y desafección. Quizá convenga reflexionar y tener en cuenta que cuando la democracia se asienta en la aceptación del relativismo, la sola gestión de intereses y la permanente referencia a la ideología de los derechos por haber perdido la referencia al bien común, la democracia misma abona su propia crisis».

Con relación al aborto, el escrito sostiene que el derecho de la mujer a decidir sobre el propio cuerpo «es una falacia». «El aborto refuerza la vieja doctrina del ego individualista que, en círculos más amplios, contribuye también a provocar la precarización laboral, el debilitamiento de las comunidades humanas y la destrucción medioambiental», argumentan los redactores del documento.

La Conferencia Episcopal censura la filosofía ‘woke’ y el intento de «construcción de un nuevo modelo social, para lo que es preciso ‘deconstruir’ lo esencial del sistema vigente». Los prelados rechazan las acusaciones de sostener una moral que fundamenta la sociedad patriarcal y alegan que la Iglesia se caracteriza justamente por lo contrario. «Algunas voces responsabilizan a la tradición católica de la permanencia de un modelo de masculinidad patriarcal, en la que el varón dominó con superioridad y autoritarismo la familia. Sin embargo, lo singular del cristianismo es precisamente lo contrario. La mayor contribución histórica de la Iglesia al modelo de paternidad fue la superación del modelo romano de autoridad paterna».

El documento, que se titula ‘El Dios fiel mantiene su alianza’, ataca la ideología de género, pues con su aspiración de alcanzar la igualdad entre el hombre y la mujer, acaba realizando una obra de ingeniería social. «Sin embargo, no es ese el camino de la igualdad, pues hunde a ambos en una guerra de sexos, que en la práctica desemboca en una concepción del feminismo tan rechazable como el machismo que pretendidamente intenta superar».

Delito de odio

El documento, presentado por uno de sus impulsores, el arzobispo de Valladolid y ex secretario general de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, arremete contra las políticas LGTBI, por intentar presentar una visión del mundo «cuasirreligiosa y dogmática». «Los que no cumplen son perseguidos (...) por supuesto delito de odio».

 

«El aborto contribuye también a provocar la precarización laboral, el debilitamiento de las comunidades humanas y la destrucción medioambiental»

Los obispos aseguran que los católicos deben oponerse a cualquier discriminación y violencia verbal contra los homosexuales, trans y bisexuales, y manifiestan su convicción de que tales acciones han de ser sancionadas, pero no quieren que estas formas de vida se enseñen en la escuela. «No podemos abrazar o enseñar a hijos, alumnos o fieles una visión de la diferencia de identidad sexual fluida, autorreferencial, construida cultural y socialmente sin una vinculación en la realidad biológica (la lógica de la vida) que es inseparable de la antropología (la lógica del ser humano)».

En este sentido, la jerarquía eclesiástica repudia el matrimonio homosexual y la existencia de hijos dentro de él. «Tampoco podemos hacer nuestras ni transmitirlas a hijos, alumnos o fieles unas formas de relación ‘matrimonial’ que se extienden más allá de la unión conyugal entre un hombre y una mujer, o educar sobre la posibilidad de maternidad no femenina y paternidad no masculina».

La Conferencia Episcopal lanza asimismo una andanada contra el proyecto de ley de familias, uno de los principales textos legislativos elaborados por Unidas Podemos. Al mismo tiempo, el episcopado reitera su oposición a la ley trans. Son normas, dicen los mitrados, que «priman el sentimiento y la autodeterminación desvinculada de la realidad corporal».

De acuerdo con Argüello, el documento busca «ayudar a la legítima libertad de voto». Según dice el propio escrito, no se trata de «un nuevo documento doctrinal o pastoral», sino de «una invitación a la reflexión por parte de todos, estimulante y enriquecedora, en este momento de convergencia de múltiples acontecimientos, políticos, económicos y culturales, expresión de una gran transformación que afecta a la trasmisión de la fe y a la convivencia en nuestra sociedad».

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