El gol póstumo de Maradona
Crece el turismo en Nápoles ·
Tras la muerte hace cinco años del astro argentino, millones de personas visitan la plaza donde se le venera como a un dios«Hemos venido aquí a rezar. ¡Vamos chicos, por Maradona!» La emoción de los adolescentes, provenientes del norte de Italia y disfrutando de un viaje ... de estudios por Nápoles, explota cuando llegan a una plazoleta situada en medio de los Quartieri Spagnoli, un barrio del centro de esta ciudad del sur de Italia donde, hasta hace pocos años, pocos turistas se atrevían a aventurarse debido a sus elevados niveles de delincuencia. La muerte del futbolista Diego Armando Maradona hace cinco años lo cambió todo: hoy este lugar se ha convertido en un destino ineludible para el turismo gracias al mural del 'Pelusa' que luce en uno de los edificios de viviendas que se asoman a esta plazoleta, de propiedad privada y que se utilizaba antes como garaje.
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Convertida en santuario donde pueden comprarse todo tipo de productos en recuerdo del astro argentino, recibió en 2023 más de 6 millones de visitantes, según la asociación de agencias de viaje de Italia. Se coloca así como el segundo monumento más visitado del país, sólo superado por el Coliseo de Roma. En 2025 la cifra podría haberse disparado, pues el Ayuntamiento de Nápoles prevé que lleguen a la ciudad 20 millones de turistas, una inmensa mayoría de los cuales hará parada en el santuario del 'Pibe de Oro' enclavado en los Quartieri Spagnoli, cuyo acceso es gratuito.
«Desde que Maradona murió hace 5 años comenzaron a llegar visitantes de todo el mundo. Son sobre todo extranjeros. Vienen de toda Europa, de Brasil, de China y, por supuesto, de Argentina. Es una locura», cuenta Antonio Esposito, propietario del antiguo aparcamiento situado en la calle Emanuele De Deo, conocido hoy como Largo Maradona gracias al célebre mural. Se encargó de hacerlo un joven del barrio, Mario Filardi, que compró la pintura gracias a una colecta popular. Fue en 1990, cuando logró la segunda liga de su historia el Nápoles, el equipo de fútbol de la ciudad en el que jugó el argentino en los años 80 y principios de los 90. Con Maradona en sus filas, el club pasó de luchar por no bajar de categoría a ganar dos 'Scudettos', una Copa de Italia, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Italia, plantando cara a los ricos equipos del norte del país y devolviendo el orgullo a los habitantes del sur, la zona más pobre.
Un lugar lleno de altares
El 'Pibe de Oro' fue un profeta en vida para los napolitanos, que pasaron a venerarlo como un dios tras su fallecimiento. Lo atestiguan los numerosos altares que le han dedicado en los Quartieri Spagnoli, así como las imágenes y carteles con su imagen divinizada que pueden encontrarse en cada esquina.
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La gigantografía más célebre es sin duda la del antiguo garaje propiedad de la familia Esposito, que con el paso del tiempo fue perdiendo el color e incluso sufrió la apertura de una ventana en el lugar donde surge la cara del futbolista. Hace unos años la imagen tuvo que ser restaurada y en 2017 el grafitero argentino Francisco Bosoletti dibujó de nuevo el rostro. La pasión que suscitaba el 'Pelusa' ya en vida y la deificación desatada tras su fallecimiento el 25 de noviembre de 2020 convirtieron este lugar en un imán para futboleros y turistas en general. «Estamos de crucero y decidimospasar por aquí. No se puede venir a Nápoles sin visitar este sitio», cuenta Jeremy, proveniente de Reus y de viaje en la capital partenopea junto a su pareja, Michelle. «Somos de Messi y de Diego, que es el dios del fútbol», continúa Jeremy, que acaba de comprarse una camiseta con los colores de Argentina en uno de los muchos negocios surgidos como hongos en los últimos años alrededor del Largo Maradona. Algunos de estos puestos, como los kioscos instalados dentro del antiguo garaje, no contaban con la pertinente autorización, lo que llevó al Ayuntamiento de Nápoles a cerrarlos hace unas semanas en su intento por poner algo de orden.
Con la llegada de visitantes la criminalidad ha caído un 90% en los Quartieri Spagnoli
A modo de protesta, los negociantes colocaron durante un tiempo una sábana cubriendo el rostro del futbolista en el mural, aunque luego la retiraron y la situación parece ya encarrilada. «El problema está resuelto, sólo falta la burocracia de los sellos y firmar algunos papeles», asegura Esposito, que vaticina que «en una semana» quedará todo arreglado. Muy orgulloso de que el Largo Maradona impulse el crecimiento turístico de Nápoles, Esposito celebra que la llegada de visitantes haya propiciado una caída de la elevada criminalidad que antes sufrían los Quartieri Spagnoli, los Barrios Españoles, conocidos así porque albergaban a los soldados de nuestro país durante la dominación aragonesa de Nápoles. «La delincuencia habrá bajado un 90%. Ahora muchos chicos de aquí trabajan vendiendo café, bollos y todo tipo de productos sobre Maradona y ya no delinquen».
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