Un grupo de turistas visita Ronda (Málaga) bajo la canícula del verano de 2025. AFP

España pagará la factura más alta de Europa por el clima extremo de este verano

Un estudio calcula daños directos e indirectos por valor de casi 12.000 millones este año, y cerca de 35.000 hasta 2029, sin contar los incendios

Lunes, 15 de septiembre 2025, 17:33

Sequías, olas de calor e inundaciones. Los tres fenómenos meteorológicos más frecuentes derivados de un clima extremo, una de las consecuencias del cambio climático, ... tienen efectos más allá de lo evidente. Los daños inmediatos son relevantes. Tanto en las personas afectadas como en las infraestructuras destrozadas. Pero hay una factura que va más allá de los gastos de reparación inmediatos y que cala en aspectos tan relevantes para las economías de los estados como los sectores productivos. El turismo, la agricultura o la construcción, sin ir más lejos, están en el ojo del huracán.

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Para tener una radiografía aproximada de cuáles son las consecuencias económicas del calentamiento global hacia el que se encamina el planeta, investigadores de la universidad de alemana de Mannheim, con la colaboración de expertos economistas del Banco Central Europeo, han realizado un estudio donde pone cifra al coste a corto plazo, este 2025, y a larzo plazo –hasta 2029– de los efectos de la crisis climática en los meses del pasado verano en Europa.

En total, hablan de 43.000 millones de euros en 2025 y 126.000 millones para 2029 para una cuarta parte de todas las regiones del conjunto de la Unión afectadas por eventos extremos, sólo entre junio y agosto. En total, 96 regiones experimentaron olas de calor, 195 sufrieron sequías y 53 se vieron afectadas por inundaciones, según los datos de la base meteorológica del servicio europeo de vigilancia del cambio climático Copérnicus, empleados para realizar los cálculos.

De todos, España es el país europeo que lidia -y lidiará- con la factura más alta a pagar por la nueva normalidad meteorológica, seguido de Francia, Italia y Grecia. En el caso de nuestro país, el coste económico asciende a 12.200 millones de euros en 2025 y 34.800 millones en un plazo de cuatro años –hasta 2029– y todo ello sin contar los efectos de los incendios, que no han incluido en el informe, tal y como destacaron los autores durante la presentación internacional del mismo, para hacer un análisis comparativo justo entre países, acotado a los tres fenómenos climáticos citados.

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De hecho, ni los incendios ni otros fenómenos como el viento o el granizo, o los episodio en los que se mezclan varios fenómenos meteorológicos fueron tenidos en cuenta. A pesar de lo elevado de la factura, «es un cálculo conservador», puntualizó Miles Parker, economista del Banco Central Europeo y colaborador del trabajo.

10.700 millones de euros

es la cifra que ponen a los daños en la economía española derivados de la sequía en cuatro años.

96 regiones

europeas sufrieron olas de calor este verano.

De todos los fenóemenos, en España, la sequía es la que peor huella deja en la economía, con una factura en 2025 de 10.700 millones  (el 87% del total). Las regiones más vulnerables señaladas en el estudio son Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Madrid, aunque la región del sur español es la más castigada, con 5.700 millones de pérdidas estimadas en 2029.

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Aunque las inundaciones han dejado los titulares más sonados por la dana de Valencia del pasado otoño, tanto por la cifra de muertes como por el debate social abierto entorno a la gestión de las emergencias meteorológicas, estas no han sido destacadas por sus costes económicos en el citado estudio europeo. «Alemania es por contra la región más castigada en este sentido», destacó Parker.

Sectores más afectados

En este caso se ve la diferencia entre coste económico directo, de reparación y adaptación tras el episodio, a los efectos a largo plazo, que son, como dijo el economista del BCE, «de carácter estructural». Su colega Sehrish Usman, investigadora de la Universidad de Mannheim, en Alemania, y autora principal del trabajo ahondó en la idea: «Los verdaderos costes se revelan lentamente, ya que los eventos extremos afectan las vidas y los medios de subsistencia a través de una amplia gama de canales que se extienden más allá del impacto inicial», explicó

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Los tres tipos de fenómenos analizados afectan la actividad económica de diferentes maneras. El calor reduce la productividad, como sucede por ejemplo en la construcción ante la imposibilidad de realizar todas las horas de trabajo al aire libre y la hostelería, por la falta de clientela en determinadas franjas horarias cuando la canícula aprieta y recluye a la población en casa. La sequía afecta principalmente a la agricultura y el turismo, y las inundaciones causan daños directos a la infraestructura y los edificios, así como pérdidas indirectas, como las derivadas de la interrupción de las cadenas de suministro.

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