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TRAICIONARSE

Anecdotario ·

Viernes, 10 de enero 2020, 09:08

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V er a Pablo Iglesias romperse las manos aplaudiendo a Aitor Esteban es un espectáculo maravilloso; para que luego digan que la izquierda y la ... derecha no pueden enamorarse. Igual es cosa de vivir en chalets y tener chófer, no sé, pero ahí estaba el líder de Podemos brillando de júbilo ante el portavoz de un partido nacionalista conservador fundado por un racista, xenófobo y misógino que da nombre a calles y plazas en toda Euskadi. «La mujer es inferior al hombre en cabeza y en corazón. ¿Qué sería de la mujer si el hombre no la amara? Bestia de carga, e instrumento de su bestial pasión: nada más». No le quitarán las placas a Sabino, pero ahí les hace falta algo de memoria histórica.

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